Desierto de la Tatacoa, Mal Llamado Valle de las Tristezas

Por Sergio Antonio Chiappe 

Neiva, agosto 2021

 

 

La vida corre con el tiempo en contra, es por eso que en mi caso personal existe un afán por conocer lo que más pueda, visitar lugares que hace algunos años no estaban en mi itinerario. Viajar siempre es asombrarse con esos descubrimientos y hallazgos que se logran con solo salir de casa. 

 

El viaje me llevó a conocer El Desierto de La Tatacoa. Lo primero que señalo es que no comparto el calificativo de “Valle de las tristezas” con que el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada designara este lugar, por el contrario, es un paisaje hermoso, colorido y lleno de vida. Esa es mi primera impresión. 

 

A unos 38 km al norte de Neiva, la ciudad capital del departamento de Huila, se encuentra un bosque seco tropical, que son regiones cuya principal característica es una prolongada estación seca y breves temporadas de lluvias. La vegetación predominante es de árboles y arbustos de hoja caduca, eso quiere decir que se despojan del follaje para poder retener la mayor cantidad de agua posible para sustentar este delicado ecosistema. 

 

La entrada al Desierto de la Tatacoa es la población de Villavieja cuya fundación data del año 1550 y fue una de las capitales del Huila. Es un pueblo que conserva su aspecto colonial, muy turístico por su cercanía al desierto y por albergar el museo paleontológico donde podemos escuchar y apreciar la historia remota de la zona, echar un vistazo a el pasado lejano (unos 15 millones de años atrás). 

 

Poner un pie en el desierto es adentrarse en el más abrumador silencio. Para quienes creemos en las energías o en algún tipo de conexión espiritual, pienso que este es el escenario propicio para vivir esta experiencia única. 

 

Otra cosa que impacta es el contraste de sus dos zonas muy bien definidas; la roja y la gris, sus colores y características las definen sus yacimientos minerales (hierro en la zona roja y potasio y magnesio en la gris). La geomorfología del desierto es muy variada, podemos apreciar la formación de laberintos, hoyos, escarpados, montículos, todo este relieve está pincelado por los vivos tonos verdes de los cactus y demás flores del desierto. 

 

Y por si faltaba algo, es el lugar perfecto para observar estrellas.  

 

El desierto de la Tatacoa es ideal para practicar senderismo, hacer camping, contemplar la bóveda celeste, y lo mejor, encontrarse con uno mismo y comprender la grandeza del universo.