Cine para cenar 

En encuentros de cine, nos reuniremos con actores, directores, guionistas y quienes hacen parte del universo creativo de una película, mediante ciclos los cuales nos permitirán focalizar un único sentido mediante diversos relatos de mano de grandes directores y guionistas, es por esto que este ciclo se titula: “Cine para cenar”.

Por Gisselle Torres Cruz

Marzo, 2023

Para  esto reunir varias películas con un solo sentido se complejiza en la medida en que se requiere una temática definida, sin embargo, al ver cine de forma  indiscriminada hace muchos años, me llegaron títulos concernientes al placer de degustar los alimentos, la preparación, y todo lo que surge a través de la puesta en escena del fuego y el hervor en la cocina; si se desencadenan sensaciones o por el contrario se mantienen,  de las relaciones humanas que surgen de la mezcla de los ingredientes y el fuego que los cuece. Por eso en esta entrega, focalizaremos esa intención en los relatos que hablan de esta cocina: aromas, intenciones, relaciones, poder de los sentidos en ultimas, el género gastronómico. 

En este relato son cuatro las mujeres (Evelyn Couch, Niny, Ruth, Idge) en dos etapas distintas, en tiempo y espacios diferentes, pero unidas por una sola intención: redescubrir su libertad. En una residencia para ancianos, Niny y Evelyn desencadenan todo un relato femenino de empoderamiento; una, en pleno conflicto matrimonial y personal; y la otra ya en la vejez confinada dentro de las paredes de una habitación reavivando sus recuerdos: ¨tomates verdes fritos¨. Receta: 4 tomates verdes, 2 huevos, una taza de aceite de oliva, media taza de leche, una taza de harina, media taza de pan rallado, sal, pimienta. Elaboración: lo primero que se debe hacer es cortar los tomates verdes en rodajas. Es lo que haría Idgie, en su restaurante a las afueras de la ciudad en respuesta a su sociedad fóbica, y en el que ampararía a negritudes, en el que defendería sus ideales por ser una mujer que siente la libertad de amar a otra (Ruth su gran amiga), de hecho, una relación ambigua que queda abierta a la interpretación, aunque la película no habla de lesbianismo, habla de profundas amistades.

Del director Jonathan Michael Avnet, más conocido como Jon Avnet del mismo director de ¨intimo y personal¨, y ¨cuando un hombre ama a una mujer¨, adapta la novela homónima de Fannie Flag ¨tomates verdes fritos”, uno de sus grandes éxitos como cineasta. Son muchas las lecturas que se hacen: fraccionada en tiempos distintos, en tonos distintos los cuales sugieren momentos dramáticos muy fuertes y otros que son más bien cómicos. El despertar de los sentidos a lo largo de un relato amoroso en un lenguaje femenino: ideologías, sensaciones, intenciones, sentimientos, en ultimas, el ser vivo en pleno hervor, esa sensación del aroma mientras se está cocinando, y los recuerdos que quedan incrustados en la memoria: los sonidos, lo olores, los sabores, que nos llevan a esos lugares memoria y que de una u otra forma reavivan los recuerdos que son la vida misma. Enny termina por sentenciar después de contarle sus historias a Evelyn: “Me siento mejor ahora. Me siento mejor porque todas esas personas vivirán mientras estén en tu memoria”. Es imposible olvidarse de los patos y el lago, el tarro de miel, el péndulo del reloj, la salsa con el secreto, las vías del tren, el coche que choca accidentalmente seis veces contra otro coche, el espejo y la faja, el libro de Moby Dick, la parrilla, esa vieja cafetería de pueblo o los tomates verdes fritos.

Título original: Fried Green Tomatoes

Año: 1991 

Duración: 129 minutos 

País: Estados Unidos

Dirección: Jon Avnet

Guion: Fannie Flagg y Carol Sobieski (Novela: Fannie Flagg)   

Música: Thomas Newman

Fotografía: Geoffrey Simpson

Reparto: Kathy Bates, Jessica Tandy, Mary Stuart Masterson, Mary-Louise Parker, Chris O’Donnell, Cicely Tyson, Gailard Sartain, Gary Basaraba y Stan Shaw

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*Gisselle Torres Cruz

Periodista cultural y de artes cinematográficas

Gestora de la Escuela de Arte y Audiovisual de la Fundación Bagüe