“TODO COMENZÓ POR EL FIN”

Luis Ospina en la Cinemateca Distrital

Por Gabriel Martínez Taráche

Enero, 2017

gabrielmtarache@gmail.com

 

 

Todo comenzó por el fin”, hoy a sus 66 años Luis Alfonso Ospina se considera un moribundo dentro de la historia del arte y más específicamente del cine vanguardista colombiano.

 

Cineasta y productor caleño, bastión de una triada con Carlos Mayolo y Andrés Caicedo que hicieron y deshicieron a su antojo la industria cinematográfica moldeando en sus cintas la cultura de toda una época. Hacer cine de la nada es verdaderamente difícil, sin embargo ese Grupo de Cali y de cinéfilos de aquel entonces con su irreverencia demostraron al país la calidad intelectual de los artistas independientes.

 

En su última realización, “Todo Comenzó Por el Fin en esta historia”, cuyo protagonista es “la Muerte” se va desarrollando un contexto intemporal acerca del sentimiento general de autodestrucción del ser humano que emergía en una ciudad desbordada por las drogas, el alcohol y una vida licenciosa. Con este trabajo el cineasta colombiano rinde tributo y merecido reconocimiento a su grupo caleño de su juventud, caracterizado por la forma particularmente “cruda”, “cínica” y ante todo “honesta” de expresar sus ideas.

 

Llevados por la búsqueda de entregarle al público cinéfilo algo inédito, nace “Agarrando Pueblo” en 1978, este cortometraje refleja la frialdad con la que algunos realizadores cinematográficos trabajan convirtiendo la miseria de la gente en mercancía de consumo - Pornomiseria. Esta realización es una suerte de antídoto al cine de taquilla, confrontando este tipo de realizadores y productores.

 

En Colombia siempre toca hacer todo con las uñas y la evolución del cine no ha sido la excepción, pues esta fue la gran preocupación que llevó a que Luis Ospina le apostara al proyecto que denominó “De la Ilusión al desconcierto: historia del cine colombiano 1970-1995”, serie documental en la que se hace una fiel imagen documental que va abrazada a una temática netamente social y política, comunicando al público mediante un recorrido muy interesante en el tiempo y con un lenguaje bastante incendiario, la dramática historia de una industria tovando sus fibras más íntimas.

 

El experimento visual que mostraban aquellos muchachos del denominado “Caliwood”, puede verse en “Un Tigre de Papel” (2008), donde Ospina mezcla la ficción y el documental utilizando como excusa la vida, obra y misteriosa desaparición de Pedro Manrique Figueroa, pionero del collage en Colombia, para contar la historia desde 1934 hasta 1981, año en que desaparece de forma misteriosa el artista.

 

Para Ospina, el cine es una capsula que detiene el tiempo, es el mecanismo de jugar con la muerte y la única forma ganar.

 

 

Durante esta semana el público cinéfilo bogotano podrá presenciar en la Cinemateca Distrital una muestra de los primeros y más representativos trabajos de la obra de Luis Ospina cerrando con su última realización “Todo comenzó por el fin” sumándose de esta manera al merecido reconocimiento realizado por el Festival Internacional de Cine de Cartagena en 2017.