SER MÚSICO PAGA

Por Leonardo Esteban López Prieto*

Marzo, 2021

 

 

 

Gracias al gran avance tecnológico y cultural actual tenemos miles de opciones para abarcar en el ámbito laboral y como dicen por ahí “ser alguien en la vida”. Al finalizar nuestra educación media se tienen grandes expectativas, panoramas que abarcan todo un mundo de oportunidades. Tal magnitud de opciones abruma y es inevitable llegar a grandes preguntas como: ¿Qué estudiar? o ¿en que trabajar? Es aquí donde la mayoría (si las condiciones son favorables) opta por continuar su formación a nivel universitario, cosa que sería motivo de orgullo y gozo para cualquier hogar. Al menos hasta que se mencione que dicha opción es ser músico profesional.

 

 

Para los que se embarcan en esta carrera no es ningún secreto, que en su mayoría, se verán asediados constantemente en su entorno social con preguntas como: ¿pero de qué vas a vivir? O ¿y además de eso que piensas hacer?, pensando que al escoger la música como medio de vida nos condena a la quiebra, nos llevará por malos pasos, o peor, seremos “desocupados y vagos” que van rumbo al desastre. Desafortunadamente este síntoma, cada vez más constante, se debe a que aspectos como educación, cultura y arte son, generalmente, relegados a segundo plano en nuestra sociedad que favorece el consumo obsesivo, las compras compulsivas y el ostentar bienes o recursos, dando como resultado que un “sé interpretar la guitarra” no tenga cabida en la HDV.

 

Muchos respaldan dicha visión impulsados por el discurso tradicional de obtener un empleo para conseguir estabilidad laboral. Pero para aquellos “vagos” que tienen esa gran pasión por el arte no hay porqué preocuparse, ya que no sólo es posible, sino que es una profesión respetable y valida como cualquier otra, con un amplio abanico de empleos que podrán proporcionar más de una fuente de ingreso. Y lo digo con conocimiento de causa pues lo he experimentado de primera mano. 

 

 

Les comparto  los empleos que han impulsado mi bolsillo en los últimos años:

  • Docencia: Incluyo aquí tanto la educación formal en instituciones educativas públicas o privadas, así como las clases particulares presenciales o virtuales. Sin duda, una de las más estables y respetadas.
  • Agrupaciones musicales: Aquí se encuentran los diversos formatos como bandas, tríos y orquestas. Si cuentan con buena reputación y publicidad pueden ser rentables por años.
  • Presentaciones en solitario: Es una buena opción si eres un músico versátil, con capacidad para tocar y cantar simultáneamente. Muy útil si necesitas liquidez en poco tiempo.
  • Composición de obras musicales: Va de la mano con las agrupaciones y el solista, sin embargo también pueden surgir producciones, videos o cortos que necesiten banda sonora. Altamente rentable si enganchas con grandes cadenas de difusión (radio, televisión, cine, teatro, etc.)
  • Sonido en vivo: Muy interesante, pero requiere de mucha paciencia, no sólo para aprender lo técnico sino con tus colegas músicos, un servicio indispensable para cualquier evento.
  • Producción musical: igual que la opción anterior, mucha paciencia, pero muy rentable si se logra establecer buenos contactos con buenos artistas.
  • Venta de instrumentos musicales y accesorios: Junto con la docencia es de los más estables, pero mucho más ajustado en tiempos.
  • Servicio técnico y reparación de instrumentos musicales: Ligado con el anterior, sin duda un plus para cualquier tienda.

Se pueden abarcar varias áreas a la vez o enfocarse en una sola, en todo caso se presentarán oportunidades en cualquier momento y es alentador saber que siempre habrá música en el mundo para aquellos que sepan dónde buscar.

 

 

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* Columnista-Colaborador

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