Sabiduría originaria con enfoque moderno
Por Camilo Kalkaruwa
Agosto, 2023
Nuestro continente Abya Yala o Nuestra América no es la región más desarrollada (como Europa ejemplo), ni la más espiritual (como la India) ni la más poblada (como China) pero la Abya Yala tiene algo que ha trascendido en el tiempo: Una cultura comunitaria basada en los lazos de amor y cuidado entre sus miembros. Este amor por la comunidad, por la familia, por la naturaleza lo ha soportado todo, incluso 5 siglos de obliteración cultural, de dominación, de aniquilación.
El amor hacia la familia y la comunidad ha resistido el tiempo y es una de las principales características de los latinoamericanos, esto ha sido heredado sin duda de las culturas de esta tierra que pisamos, hoy sin embargo América Latina vive una ola de violencia y de odio que también lo ha acompañado desde hace 5 siglos, desde el inicio de un choque cultural traumático, una difícil convivencia entre etnias diferentes, culturas diferentes, colonialismo y dominación, explotación social, guerras de guerrillas, conflictos militares, dictaduras, delincuencia, violencia callejera. América Latina tiene los índices de violencia más altos del mundo.
Los gobiernos han intentado sin éxito toda clase de medidas gubernamentales, desde contratar más policías hasta intentar enrejar ciudades enteras, desde legislar leyes punitivas más severas, hasta implementar programas sociales contra la pobreza, sin embargo nada parece haber funcionado, ha aumentado la violencia.
Una sociedad de valores
Sabemos que solo una cosa puede parar la violencia en América Latina: Una Cultura de Vida sustentada en la práctica de principios y valores. Ni más policías, ni leyes draconianas eliminarán la violencia social. La razón de fondo; desde 1950 hasta hoy ha sido una sucesiva pérdida de valores que ha repercutido en un paulatino avance de la violencia social, deterioro de valores morales, éticos.
Vemos a políticos hoy hablando de “más cultura y más valores” esto termina en retórica y palabras vacías, pues no se lleva a la práctica. Es justo desechar lo viejo que no funcionó, que indudablemente ha fracasado y empezar cultivar un nuevo modelo de sociedad, ¿recuerdan los ejes que envió el presidente Petro en el diálogo social vinculante? parir una sociedad justa con principios morales, éticos implica cuidar, llevar a la práctica, instruirse, educarse, desarrollarse.
Vivir en una cultura implica la práctica sostenida y continua de los valores que lo constituyen, una cultura es una cosmovisión del mundo, de la sociedad, de la comunidad, de la familia y de uno mismo a través de un conjunto de principios y valores que generan el modelo de sociedad deseable.
Vivimos en una sociedad desarraigada
El proceso cultural e histórico que sucedió en los Andes (Incluye Colombia) la migración del campo a la ciudad, escapando de la pobreza, la violencia, la explotación de miles de campesinos emigraron a las ciudades formando las periferias cono-urbanas. El boom del capitalismo que no se pensó que sería de tal magnitud luego de la segunda guerra mundial, con su industrialización en la periferia urbana, dominada por la violencia, la delincuencia y la pobreza. Estas personas a pesar de ser de origen originario en una generación olvidaban completamente los valores comunitarios y pasaban a conformar el lumpen proletario de los cinturones de pobreza de las grandes ciudades. A este proceso los sociólogos le llamaron “el desarraigo social”. Irónicamente, desde una perspectiva más amplia podemos decir que toda América Latina está viviendo un desarraigo social, los valores de la sociedad hispanoamericana han desaparecido, se ha conformado una nueva cultura cosmopolita influenciada por Occidente (principalmente EE.UU) que trajo el llamado antropocentrismo, basada en el individualismo, la búsqueda de riqueza personal, la satisfacción del ego, la comodidad y el consumismo. De esta forma, muchos problemas de Occidente se están repitiendo en América Latina, problemas como las enfermedades degenerativas por la vida sedentaria y la alimentación chatarra y muchísimos más.
Sin embargo, a diferencia de Occidente, América Latina sigue siendo una tierra subdesarrollada, llena de pobreza, exclusión social y abandono. La pobreza en América Latina no ha disminuido, se ha mantenido constante a través de los años, con la diferencia que debido a la explosión demográfica han aumentado en varias decenas de millones. ¿Qué hacemos ante esta realidad social?
La verdadera causa de las falencias de América Latina
Con un poco de la cultura del suelo que pisamos; en la sociedad incaica (toma vigencia, porque vuelven a refundar el Estado del Tawantinsuyu después de 490 años, la capital será Cusco, dirigido a todo el continente) el Inka es llamado “Wakchakhuyaq” significa “Aquel que ama a los pobres”. En quechua la palabra “Wakcha” significa “Huerfano” “Orfandad” personas sin familia, sin comunidad que merodeaban de pueblo en pueblo pidiendo ayuda.
Los abuelos Incas consideran que la verdadera pobreza no era la falta de medios de supervivencia, sino el desarraigo, es decir no tener familia, ni comunidad ni lazos sociales. Los incas dan por hecho de que una persona con una familia grande, una comunidad amplia y ricos nexos sociales, pues no debería ser pobre, si tenía de parientes y amigos para ayudarle, colaborar mutuamente. ¿Por qué existen personas pobres aun teniendo familia, vecindario y lazos sociales? La respuesta es: Tenemos nexos sociales débiles.
Enfocarnos en dar y ayudar a los demás: Las personas comprometidas con el Buen Vivir (Filosofía andina) saben que el altruismo es vital para generar una mejor sociedad. Al estar desapegados del ego, deseos egoicos, aprendemos a sentir empatía y consideración por las necesidades de los demás. En todo momento un ser humano de buen corazón debe preguntarse ¿Cómo puedo ayudar a esa persona/familia/comunidad? Por esta razón somos activos compartiendo nuestros valores y principios, siendo maestro de sus compañeros, siempre compartiendo sabiduría sobre la salud, espiritualidad, cultura, valores, plantas medicinales, alimentación, esfuerzo o cualquier otra enseñanza espiritual. Necesario acotar; Toda ayuda debe estar dentro de las posibilidades, porque uno no puede dar lo que no tiene, es preciso ayudarse a uno mismo primero para aprender a ayudar a los demás de forma eficiente y solidaria.
Me despido con esta palabras en Quechua:
“Khuyakuni” El Amor en nuestro interior como medicina frente a las circunstancias que afectan y perseverar con honestidad, valentía para sanar. (Es uno de los 6 principios del Kamachisqa o código moral andino)
: : : : : : : : : : : : : :
Inicio:
Martha Moncaleano (viernes, 01 septiembre 2023 13:34)
Gran sabiduría, todo lo dicho es toda la verdad
Diego Sánchez (martes, 01 agosto 2023 19:44)
Nos estamos reencontrando después de cinco siglos. Ahora somos más fuertes y escribiremos una nueva historia para nuestros hijos e hijas!