Sabiduría del Vivir Sabroso

Por Armando Navarro

Febrero, 2023

 

 

Ante el racismo, el extractivismo, la especulación financiera y el militarismo, entre otras acciones que no han tenido límites en este mundo finito, las comunidades urbanas, rurales, étnicas y afros se han venido reorganizando comunitariamente durante muchos años en sus territorios para blindarse de la crisis sistémica del planeta. Estas narrativas organizacionales y prácticas ancestrales las han legitimado a través de procesos autogestionarios como el Buen Vivir, Economía social y Solidaria, Economía del Cuidado, Economía de Transición y el Vivir Sabroso, entre otras formas de empoderamiento social que han sido y seguirán siendo cruciales para autorreconocerse y proteger los derechos colectivos, la naturaleza, la soberanía alimentaria y una vida digna. 

 

Dentro de estas múltiples experiencias y saberes que los pueblos han adoptado y aprehendido, les invito a que nos adentremos en la filosofía del vivir sabroso, no como modelo ideal, sino como una forma de coexistir de las comunidades del pacífico afrocolombiano, que han encontrado en la vida y el territorio un escenario de varios acontecimientos de formación y transformación.  El vivir sabroso no es una finalidad en sí misma, sino es un hacer continuo que se consolida y se construye día a día, por las relaciones simbióticas que se dan entre la vida humana y naturaleza.

 

El vivir sabroso es asimilado por las comunidades como una forma de acomodar y sentir la naturaleza, porque con ella respira, come, edifica sus casas, esta en actividad constantemente y, existe. Es embarcarse en la práctica para sentir y activar la vida de forma equilibrada y autónoma. El vivir sabroso transgrede las lógicas positivistas y cartesianas, colocando su realidad en un lenguaje emancipador sin disociar el corazón y la razón, para sentipensar  el territorio y su cuerpo en armonía y equilibrio.

 

Su proceso diaspórico africano, subalternizado, excluido, racializado, empobrecido, invisibilizado y suprarrepresentado, los ha colocado en un escenario creativo y contra hegemónico moldeando así su adversa realidad. Es decir, han creado un multiverso ideológico de significados, relaciones, memoria, autocuidado y secretos transgresores que retan los imaginarios y narrativas hegemónicas occidentales. Este palenquerismo de luchas libertarias hacen una ruptura epistémica y política frente a la colonización y al eurocentrismo impositivo.

 

La cosmovisión y cosmogonía de este vivir sabroso interpelan las lógicas capitalistas que han desacomodado su contexto geopolítico, emocional, creativo, comunicacional y natural, para ellos no existe el individualismo y la competitividad, su mundo comunitario es fundamental para coexistir, este proceso matriztico supera lo colectivo por que se relacionan no solo con personas, sino con la naturaleza, están interconectados con los humanos y no humanos, con los antepasados y espíritus en una complementariedad cronotopo socio-biocultural.

 

La vida sabrosa de los afroatrateños no está preconcebida, lineal y establecida, esta se genera fundamentalmente por las relaciones íntimas y cambiantes de los ríos Atrato, Bojayá, Neguá, Baudo, Rioquito y Murrí, que son los proveedores de acción y trabajo. Nancy Motta (2000) lo define como “el espacio social de las interacciones humanas cotidianas y el espacio simbólico de identidad y de pertenencia de los actores sociales que viven y se agrupan en sus orillas”.  La vida sabrosa se construye en generosidad, reciprocidad, lealtad y unidad, trabajando siempre en los “bienes comunes”. También se gesta cuando se cultiva, cuando se estrechan relaciones con el paisanaje y compadrazgo, cuando se acompaña a los muertos, se navega los ríos, o se hacen lavados para proteger el cuerpo de males, entre otras dinámicas relacionales como la pesca artesanal, agricultura y minería. Según Natalia (2016), el vivir sabroso también “es saber crear balance entre polos opuestos con alteridad, entre proximidad y distancia, calentura y frialdad, movilidad y estabilidad”.

 

La antropóloga Natalia Quiceno manifiesta en su libro de 2016, titulado “Vivir Sabroso. Luchas y movimientos afroatrateños, en Bojayá, Chocó, Colombia”, que encontró “un pueblo que cultiva el arte de vivir sabroso”, en una poética de la lucha constante por la vida a pesar del conflicto armado de violencia y despojo en que han estado sumergidos históricamente por guerras civiles y masacres, una de ellas la más conocida, “La Masacre de Bojayá”, ocurrida el 2 de mayo de 2002, por causa de los enfrentamientos entre grupos armados que buscan el control del territorio y del narcotráfico, contando entre estos actores las fuerzas militares del Estado, la minería ilegal y los empresarios de palma, entre otros.

 

Importante aclarar que estas experiencias y saberes, patrimonio lingüístico del pacífico, concretamente del departamento del Chocó, no han sido producto de las guerras, ni se reduce solo a esta región colombiana, sino que proviene también de las tradiciones y cosmovisiones afrocolombianas, afrodescendientes y africanas, según investigaciones y escritos, como el de Ángela Mena y Yeison Meneses en el artículo titulado «La filosofía de vivir sabroso».

 

Por tal razón es imprescindible ahondar sobre sus raíces filosóficas, como es el Ubuntu considerada la ética del cuidado mutuo de la sanación y curación. El origen de la palabra es de las lenguas bantúes del sur de África, que se vincula con la noción Zulú y Xhosa: umuntu ngumuntu ngabantu que significa «Una persona es una persona a través de los demás». También nos ilustra como «Yo soy porque somos y soy humano porque pertenezco». La nieta Mungi Ngomane del arzobispo sudafricano Desmond Tutú transmite el pensamiento de su abuelo diciendo que “El ubuntu consiste en conectar con los otros, hombres y mujeres, porque solo a través de ellos encontraremos el consuelo, la alegría y la sensación de pertenencia que necesitamos”. Refiere además que “la idea y la práctica del ubuntu es uno de los mejores regalos que África le ha hecho al mundo”.

 

 Por otra parte, está la filosofía Muntu, que según Janheinz  Jahn y Alexis  Kagame también se organizan por categorías; el Muntu hace referencia al hombre, el Kintu a los animales y objetos, el Hantu es el tiempo y espacio, el Kuntu se refiere a la forma de ser, estilo y belleza. Dentro de las diferentes interpretaciones textos e investigaciones Zapata Olivella, concibe al Muntu como una fuerza vital de interacción, coexistencia totalizante e indisoluble entre humanos, animales, plantas, tierra, agua, fuego, estrellas, que incluye además a los vivos y difuntos, con su ascendencia y descendencia inmersas en el universo presente, pasado y futuro, en conclusión, es la visión integral del universo, proveniente de varias culturas africanas. Es una filosofía vital de amor, alegría y paz entre los hombres y el mundo que los nutre (Zapata, 1997, p.362).

 

El pensamiento Muntu arropa elementos físicos y no físicos, donde se evoca a los ancestros como a los difuntos, esta parte espiritual de las familias y comunidades en general se intercomunican a través de consejos, ritos, tributos y altares. La muerte tiene una connotación diferente a las creencias católico cristianas, este pasa a un escenario transcendental como guía espiritual para los que se mantienen vivos, por tal razón se generan practicas ceremoniales a través de maestros como Babalawo que también es identificado como clérigo entre la comunidad y quien es designado por los Orishas como mediador entre los vivos y los muertos. Mayra Santos Febres puertorriqueña investigadora y gestora antirracista, nutre a la literatura africana con trabajos soportados con referencias ancestrales, religiosos y culturales.

 

En síntesis, el vivir sabroso se fundamenta en la sabiduría de vida del Ubuntu y del Muntu, que se extiende a toda la humanidad y va más allá de ella, que se articula a lo sociopolítico-económico, socio-estético-cultural y socio-geográfico e histórico, que transciende  la concepción lógica racional occidental, por tanto se acude a la epistemología metafórica del conocimiento amplio: creativo, estético, sensitivo y kinésico, donde emergen diferentes lógicas, sabidurías, representaciones e intersubjetividades en función del bien común.

 

Esta sabiduría cimarrona, como lo denomina el movimiento afroecuatorino, es la representación pura del sentipensar, término que Orlando Flas Borda padre de la sociología en Colombia, socializó junta al escritor Uruguayo Eduardo Galeano, después de haber convivido con los pescadores y agricultores de los ríos Atrato, Sinú y Magdalena de nuestro país. El maestro Fals Borda interpreta el sentipensar de los campesinos anfibios rivereños como “El lenguaje que dice la verdad, es el lenguaje sentipensante, el que es capaz de pensar sintiendo y sentir pensando”. Este vínculo dialógico entre el corazón, razón y acción son las practicas diarias y naturales que desarrollan nuestros pueblos afros, originarios y campesinos, que se armonizan con las energías cósmicas, espirituales y telúricas. El sentipensar de las comunidades del Atrato traspasa la oralidad, expresándose a través de la escarigrafía, arquitectura y, de múltiples simbologías sonoras, visuales y corporales, plasmando así sus valores, espiritualidad y filosofía.

 

El “Vivir Sabroso”, como el “Buen Vivir” se han dimensionado más allá de sus fronteras culturales afros y pueblos originarios, para ser vividas en todas las sociedades del mundo como alternativa de emancipación y desenganche de este modelo patriarcal, jerárquica y colonial. El vivir sabroso y el buen vivir se fundamenta en el “Cuidado de la Casa Común” del Abya Yala, “tierra en plena madurez”, nombre que la comunidad Cuna de Panamá le coloco a nuestro continente antes de llamarse América Latina. La investigadora y comunicadora colombiana Daysi Velásquez, manifiesta que el Vivir Sabroso se puede comprender “como una comunicación que garantice la vida digna, plena y abundante, que consolide una verdadera apuesta por la libertad, que tenga como su mayor indicador el modo como nos relacionamos y resolvemos nuestros asuntos”.

 

Vivenciar estas epistemologías del sur, es un acto político de in-flexión-reflexión, reexistencia y dignidad para nuestros pueblos, es amar la casa común multiversa, es exigir que se reestablezcan los Derechos con Justicia, Verdad, Reparación y no Repetición para construir una paz estable y duradera.

 

 

Apartes de la canción el Vivir Sabroso del autor Armando Navarro:

 

El vivir sabroso es celebrar la vida

el vivir sabroso es salir a pescar

el vivir sabroso es conversar sin miedo

el vivir sabroso es poder regresar

 

Es tener la dicha de abrazar la abuela

es tomar el algo sin ningún afán

escuchar los cantos de nuestros ancestros

es sentir la aroma de mi cafetal.

 

El vivir sabroso sabroso, el vivir sabroso sabroso

el vivir sabroso sabroso, es con libertad

es con dignidad. 

 

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Referencias:

  • Antón Sanchéz, J. (2011) El proceso organizativo afroecuatoriano1979 – 2009. Quito: FLACSO, sede Ecuador
  • Cárdenas Oñate. M. University of California, Berkeley Universidad Nacional de Educación, Ecuador.
  • García, J. (2009) Los territorios ancestrales afroecuatorianos. Quito: Universidad Andina Simón Bolivar, Abya Yala.
  • Massacre at Bellavista-Bojayá-Chocó. Switzerland: Springer Nature.
  • Mena, Á. y Meneses, y. /watch?v=IMzP31z7cIs
  • Mina, W. (2016). Manuel Zapata Olivella. Un legado intercultural. Perspectiva intelectual, literaria y política de un afrocolombiano cosmopolita, Ediciones Desde Abajo.
  • Quiceno Toro, N. (2016) Vivir Sabroso: luchas y movimientos afroatrateños, en Bojayá, Chocó, Colombia. Bogotá, Colombia: Universidad del Rosario.
  • Vergara Figueroa, A. (2018). Afrodescendant resistance to deracination in Colombia. 
  • Walsh, C. (2008) Conferencia en el Primer encuentro de Nuevas Estéticas de los Pueblos afrodescendientes. Quito, 8 de diciembre.

 

Comentarios: 2
  • #2

    luis Ernesto Rodriguez (lunes, 20 febrero 2023 15:03)

    Textos como este, obligan a la reflexión que enriquece en lo espiritual, cultural y nos previene sobre el verdadero trasfondo de las palabra; el significado, contenido y el mensaje que las forjo.

  • #1

    ROSAURA MESTIZO MAYORGA (sábado, 18 febrero 2023 16:26)

    Que buena columna. Sin conseción alguna que le sea ni adversa, ni modisto sino una forma de entender la unidad dentro de lo colectivo. Gracias Armando Navarro por esta ilustración y a Quira Medios por la amplitud a diversas voces.