Tiempos de solsticio

"Momento reflexivo y comunitario para repensar la vida"

Por Redacción Editorial

Diciembre, 2024

 

 

Si bien el tiempo es continuo, el fin de año corresponde al solsticio, el momento de transición referido a la terminación y comienzo del periplo cósmico entorno al Sol, el cual energéticamente connota la necesaria renovación en equilibrio con el ciclo de la vida. En este contexto, diferentes tradiciones ancestrales nos invitan a repensar nuestras relaciones consigo mismo, los demás y la naturaleza, relaciones fundamentales para la armonía interna, afrontar problemas sociales y preservar la biodiversidad, especialmente en un país como Colombia.

 

En nuestras cosmovisiones ancestrales, el ser no solo es una dimensión individual, sino un componente colectivo que conecta a las personas con la naturaleza y el universo de forma comunitaria. Los tiempos de solsticio son momentos de introspección espiritual, pero a la vez de celebración familiar y comunitaria. Según los pueblos andinos, este evento marca el "renacer del sol", simbolizando la oportunidad de reconectar con lo sagrado, reconfigurar vínculos y armonizarse con el fluir cósmico de la vida.

 

En Bogotá, capital de un país megadiverso y multicultural, esta conexión espiritual es especialmente relevante por ser el centro cultural, energético y político de Colombia. Inspirados en cosmovisiones originarias y heredadas de la Sierra Nevada cuya misión espiritual es cuidar el equilibrio del mundo, Bogotá por ser el centro energético de cinco megaregiones bioculturales (Andes, Amazonía, Llanos, Caribe y Pacífico), recoge la interdependencia y responsabilidad de establecer relaciones armónicas de equilibrio entre los humanos y la naturaleza. Este enfoque es una misión pública y comunitaria de las personas que habitamos la ciudad la cual se debe traducir en la concientización de esta enorme responsabilidad para con la Tierra y la vida.

 

En este sentido, fortalecer los lazos comunitarios es fundamental para proyectar relaciones sociales basadas en la colaboración y reciprocidad. Aquí debemos regresar a nuestros orígenes abya-yalianos, donde las relaciones humanas no se basan en la competencia y el individualismo, sino en la correspondencia y solidaridad. representando acciones que benefician a todos.

 

Frente a los problemas sociales como la desigualdad, la violencia y falta de oportunidades, este modelo comunitario ofrece una solución alternativa. Por ejemplo, la justicia restaurativa practicada en sociedades originarias, basada en el diálogo y la reconciliación, puede inspirar estrategias públicas de construcción de paz y cohesión social en localidades de Bogotá que se puedan replicar a otras áreas urbanas del país, teniendo a la vez como objetivo común, reestablecer armonía con el territorio y conciencia ambiental. 

 

Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, pero enfrenta amenazas críticas como la deforestación y la minería ilegal. Las tradiciones ancestrales nos enseñan que cuidar la biodiversidad no es solo un imperativo ecológico, sino un acto espiritual y social. Estas sociedades han desarrollado prácticas y los rituales de agradecimiento a la Tierra. Adoptar estas prácticas en políticas públicas en Bogotá podría reconciliar el desarrollo económico con la necesidad urgente de disminuir la contaminación en Bogotá para proteger así ríos y ecosistemas.

 

El fin de año y el solsticio nos invitan a reflexionar sobre nuestras prioridades familiares, personales, sin descuidar las responsabilidades como sociedad. En un mundo marcado por el individualismo y el consumo excesivo, las tradiciones originarias nos recuerdan que el espíritu, las relaciones comunitarias y la naturaleza son inseparables, estos valores ofrecen un camino hacia un futuro más equilibrado y justo.

 

Inspirados en el “Libro de los Días” de Eduardo Galeano, resaltamos que “las sociedades originarias nos enseñan que no hay separación entre la humanidad y la naturaleza; somos parte de la misma historia”. Que esta reflexión solsticial de fin de año nos inspire a valorar la sabiduría ancestral y a actuar con conciencia colectiva para proteger la vida en todas sus formas. En este nuevo ciclo, la sociedad colombiana, especialmente la bogotana, puede encontrar en las tradiciones ancestrales no solo una herencia cultural, sino un camino, fuente de sabiduría y prácticas colectivas para repensar las relaciones con la vida, incluyendo la vida propia y la comunitaria, y así enfrentar los desafíos sociales y ambientales de urgente solución.

 

Comentarios: 9
  • #9

    Pedro Aldana Alonso (lunes, 30 diciembre 2024 19:24)

    Un agradecimiento especial a Edgar y a Quira Medios; Panal Medios por su labor investigativa y periodística.

    De lo que sucedió este año en temas ambientales tanto en Bogotá con la suscripción del Documento Cuenca Río Bogotá y en Cali Declaratoria COP 16 Alternativa (nacional), es que el 2024 deja unas bases para lo que vendrá en el 2025, que antes de finalizar el primer semestre deben haber unos resultados de avance que involucren mas a las instituciones y a la comunidad.

    Muchas gracias al equipo profesional y a los seguidores que aman y protegen nuestro patrimonio ambiental para las actuales y futuras generaciones.

    Solo me queda desearles a todos y todas, un venturoso, saludable, alegre y exitoso 2025.

  • #8

    jesus rojas (domingo, 22 diciembre 2024 07:20)

    ... SOL INVICTUS..!!!

  • #7

    Julio Enrique Martínez Pacheco (sábado, 21 diciembre 2024 18:06)

    Poderoso texto que no solo llama a la reflexión, también a interiorizar concientemente para poner en práctica en nuestra vida y relaciones diarias tanto con otros como más íntimamente con sigo mismo!!!

  • #6

    Lilia Gutiérrez Riveros (sábado, 21 diciembre 2024 17:15)

    Muchas gracias Edgar Rodríguez y a Quira Medios por este importante contenido de reflexión para el año que culmina. Fin de un ciclo y el comienzo de Capricornio. Que las fiestas de fin de año estén plenas de alegría y de abrazos en familia

  • #5

    Blanca Aponte (sábado, 21 diciembre 2024 17:10)

    Hola gracias por la información me parece muy interesante siempre se aprende en todo el caminar y que mejor aprender de la creación de Dios a través de dustedes ����

  • #4

    Armando Navarro (sábado, 21 diciembre 2024 15:50)

    Gracias por la reflexión. Abrazos

  • #3

    Gloria Dominguez (sábado, 21 diciembre 2024 14:50)

    Que bonita reflexión, esa conexión del ser humano con la naturaleza, es similar a la conexión de los árboles con lo divino. Los Celtas celebraban el nacimiento de Frey el dios del sol, renacimiento y la fertilidad y se adornaba el divino idrasil con frutas y velas. Feliz Solsciticio para todos.

  • #2

    Marisol Palacio (miércoles, 11 diciembre 2024 15:17)

    Esta es una reflexión que bien vale la pena tenerla presente siempre en nuestras vidas , nuestra unidad inevitable con la naturaleza como parte de ella, como parte de la vida misma, que cada instante se agota pero al mismo tiempo nos ofrece una oportunidad para vivirla intensamente como se nos presenta sin miedo, sin espejos y en silencio …

  • #1

    Jhon Freddy Soto (jueves, 05 diciembre 2024 17:47)

    Gracias por tan buena reflexión profe