Cultura de Paz en Colombia

“Una necesidad urgente para el país y el Catatumbo”

Por Édgar Rodríguez Cruz

Febrero, 2025

 

 

Los lamentables hechos de violencia y consecuente crisis humanitaria en el Catatumbo, develan que la problemática social, política y económica enmarcada, territorialmente, en escenarios y contextos de violencia en Colombia, continua presente y latente como una bomba de tiempo, expectante ante el detonante de la coyuntura política de las elecciones para el congreso y la presidencia.

 

La Paz en Colombia, por su complejidad, no puede limitarse a una política gubernamental, que por muy bien intencionada que sea, desatina en la realidad cambiante de los territorios y el contexto en que se desenvuelven los actores y facciones vinculados por algún motivo o interés al conflicto, tal como está ocurriendo, lamentablemente, en la región del Catatumbo, y que posiblemente, pueda expandirse a otras regiones del país como Choco, Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Putumayo, Arauca y La Guajira.

 

Ante el peligro que el país ingrese de nuevo en una escala de violencia, se requiere de una plataforma de acciones por la Paz liderada por el gobierno nacional y los departamentales, que involucrando a la sociedad civil, organizaciones sociales, artísticas y culturales, y en especial a los medios de comunicación comunitaria, popular y alternativa, abra espacios de diálogo y reconciliación, fortalezca la presencia institucional, primordialmente en áreas de seguridad, salud y educación, brinde opciones económicas, laborales y de desarrollo profesional a las y los jóvenes, propicie la participación de veedurías internacionales, y ante todo, que brinde las garantías para que la dejación de armas sea una opción de vida.

 

No se debe olvidar que Colombia es un país que ha vivido décadas de conflicto armado, violencia y desigualdad, pero también es una nación que ha demostrado una resiliencia extraordinaria en la búsqueda de la Paz. Sin embargo, la firma de Acuerdos de Paz con las FARC-EP, demostró las dificultades para garantizar la transformación social profunda, enmarcada en los Acuerdos, pues lastimosamente, algunos sectores de la sociedad colombiana aún ven en la guerra una opción económica y política, e incluso una suerte de identidad cultural.

 

Esta situación demuestra que profundizar la cultura de Paz es un desafío que requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad, desde el gobierno hasta las comunidades locales. En regiones como el Catatumbo, donde el conflicto ha dejado heridas profundas, es urgente entablar estrategias de Paz que involucren a todos los actores sociales y que utilicen herramientas como las artes y la comunicación alternativa para fomentar la reconciliación, la inclusión y la participación ciudadana. Estas expresiones culturales no solo promueven el desarrollo personal y comunitario, sino que también contribuyen a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y pacífica. En este sentido, para alcanzar una Paz duradera en el Catatumbo, es necesario que las comunidades sea protagonistas de su propio desarrollo, con respaldo institucional para reconstruir su tejido social y fortalecer su identidad cultural. 

 

En la creación de una plataforma para la Paz, las artes como herramienta de reconciliación y transformación tienen un poder transformador que va más allá de lo estético. A través de la literatura, música, danza, teatro, pintura y otras expresiones artísticas, es posible transmitir mensajes de Paz, sanar traumas y fomentar el diálogo entre comunidades divididas. Proyectos artísticos comunitarios, como talleres de teatro o murales colectivos, permiten a las personas expresar sus emociones, compartir sus historias y conectarse con otros desde un lugar de empatía, entendimiento mutuo y apropiación del territorio resignificándolo en función de la reconciliación. Estas iniciativas no solo promueven la participación ciudadana, sino que también fortalecen la identidad cultural de las comunidades, reconociendo su diversidad y su capacidad para transformar su realidad, ofreciéndole una alternativa de vida a las y los jóvenes, quienes a menudo son los más vulnerables a ser reclutados por grupos armados. Al brindarles oportunidades para desarrollar su creatividad y talento, se les abre un camino hacia un futuro lleno de posibilidades.

 

Los medios alternativos y comunitarios son otro pilar fundamental en la construcción de Paz, pues a diferencia de los medios tradicionales, que a menudo reproducen narrativas dominantes y excluyen las voces de las comunidades marginadas, los medios alternativos ofrecen un espacio para la diversidad de perspectivas y la expresión de las realidades locales. En regiones donde el acceso a la información y la comunicación ha sido históricamente limitado, estos medios son esenciales para promover la participación ciudadana y fortalecer la identidad comunitaria. Está demostrado que a través de radios comunitarias, periódicos locales y plataformas digitales, las comunidades pueden contar sus propias historias, visibilizar sus luchas y celebrar sus logros. Estos medios no solo son un espacio para la comunicación, sino también para la educación y la sensibilización sobre temas relacionados con la Paz, los derechos humanos y la justicia social. Al empoderar a las comunidades para que sean protagonistas de su propia narrativa, los medios comunitarios contribuyen a la construcción de una memoria colectiva que reconoce las experiencias de quienes han sido invisibilizados y promueve la reconciliación.

 

Una Plataforma para la Paz en Colombia debe diseñarse desde un enfoque integral que involucre a todos los actores sociales, desde el gobierno hasta las organizaciones comunitarias, la sociedad civil y las agrupaciones involucradas en los conflictos. En primer lugar, es fundamental garantizar la seguridad de las comunidades y fortalecer la presencia del Estado en la región. Sin embargo, la Paz no se construye solo con medidas de seguridad; también requiere inversión en educación, salud, infraestructura y oportunidades económicas.

 

Se hace esencial promover proyectos culturales y artísticos que involucren a las comunidades locales y les permitan ser protagonistas de su propio desarrollo. Estos proyectos no solo deben ser financiados, sino también acompañados por procesos de formación y capacitación que empoderen a las personas para que sean agentes de cambio en sus propias comunidades.

 

Igualmente, es necesario fortalecer los medios alternativos y comunitarios, brindándoles el apoyo técnico y financiero necesario para que puedan cumplir su papel como espacios de inclusión y diálogo. Estos medios deben ser reconocidos como actores clave en la construcción de Paz y deben ser integrados en las políticas públicas relacionadas con la comunicación y la cultura.

 

Así, a manera de reflexión, profundizar en la cultura de Paz en Colombia, especialmente en regiones como el Catatumbo, requiere de una Plataforma que vincule la participación de la multiplicidad de actores y sectores de la sociedad para asumir el compromiso y reto de la Paz. Las artes y los medios alternativos y comunitarios son herramientas poderosas para fomentar la reconciliación, la inclusión y la participación ciudadana. Al fortalecer estas expresiones culturales, no solo se promueve el desarrollo personal y comunitario, sino que también se contribuye a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y pacífica. Por ejemplo, en el Catatumbo, donde las heridas del conflicto aún están frescas, las artes y los medios comunitarios son faros de Paz y esperanza que iluminan el camino hacia un futuro mejor. 

 

Este 2025 es un año decisivo para la Paz en Colombia, la coyuntura electoral intentará revivir la idea que la guerra es necesaria para garantizar la democracia, tal como está ocurriendo en Catatumbo, llegando incluso a incrementar conflictos y enfrentamientos en diferentes regiones, por lo que el reto inmediato para la sociedad colombiana es invalidar y deslegitimar la guerra o el conflicto armado como alternativa política, económica o cultural para el país. Sin escatimar esfuerzos, es momento de sumarse a construir un país donde la Paz sea realidad, identidad cultural y modo de vida en Colombia, sentando las bases de una sociedad que sea capaz de reescribir su historia, una historia de Paz y armonía con la vida.

 

 

Comentarios: 4
  • #4

    Marisol Palacio Cepeda (martes, 11 febrero 2025 14:55)

    Estas reflexiones son cada día necesarias, vale la pena leerlas y escucharlas una y otra vez… La guerra NO es necesaria. El reconocimiento de la multiplicidad de actores sociales y su empoderamiento
    para asumir el reto de La Paz… su construcción a través de una auténtica “plataforma para la paz” con un profundo sentido integrador y de transformación democrática con la participación activa de
    medios alternativos y comunitarios, son ideas esenciales a las que NO podemos renunciar, a pesar de la adversidad y el dolor de las violencias; hay que insistir y persistir hasta tomar conciencia…
    porque con el aporte de todos y de todas sera posible reescribir el proyecto de una Colombia nueva …

  • #3

    Lineth (martes, 11 febrero 2025 14:52)

    El reto es educar un pueblo para que comprenda la importancia de desarticular la guerra desde el actuar mismo.

  • #2

    Luisa Luna (martes, 11 febrero 2025 14:52)

    La paz es la única opción

  • #1

    Lilia Gutiérrez Riveros (martes, 11 febrero 2025 14:48)

    Gracias a Edgar Rodríguez y a Quira Medios por compartir contenidos de tanto interés para la sociedad, que fomentan la reflexión.