Preservando y resistiendo desde la experiencia
de la Huerta Comunitaria Hayuelos
Por Santiago Iragorri, Sebastián Malagón, Pilar Sierra
Julio, 2025
En medio de la turbulencia y constante expansión de la urbe, que cada vez más es asediada por el asfalto, el cemento y los espacios reducidos, se crea en el occidente Bogotano La Huerta Hayuelos, como un bastión de protección y tejido de relaciones alrededor de la naturaleza, las plantas, los insectos, el aire y el ambiente distendido. Este espacio de encuentro colectivo y tejido social, ha sido una forma de reconciliación con la sábana de Bogotá y los humedales, caracterizados por su verde en los árboles, la vegetación y sus sonidos biodiversos entremezclados con los ruidos que genera la ciudad.
Conocer la Huerta Hayuelos implica tener presente su historia, donde las lideresas socioambientales Claudia y Sandya han estado casi desde el nacimiento de esta iniciativa, la cual, tuvo como una de sus principales motivaciones el habitar nuevos espacios de la ciudad, promoviendo el acercamiento entre los residentes de los barrios Hayuelos y Capellanía. Este lugar de la Huerta Hayuelos que había sido un botadero de basuras, escombros y sitio de encuentro de malhechores y habitantes de calle, pero en pandemia emergió como espacio de cuidado, necesario en los tiempos de hermetismo y crisis debido a la cuarentena, y donde la siembra de alimentos como hierbas aromáticas y legumbres comenzaron a dar significación a la soberanía alimentaria como posibilidad de producir su propio alimento.
Caminar la Huerta Hayuelos con Claudia y Sandya ha sido un proceso de aprendizaje constante y admiración de su ejercicio permanente, por el cuidado y crecimiento de la huerta, así como su resistencia a pensar de las diferentes adversidades cotidianas propias de los procesos comunitarios, como conflictos y tensiones entre los miembros y la intolerancia de algunos residentes del sector que ven la Huerta como algo negativo para el territorio.
Sin embargo, un elemento clave que ha permitido la continuidad del proceso es la generación de una propuesta que teje interacciones y unidad por medio de la siembra, el compostaje, el labrado de la tierra y el cultivo como práctica comunitaria y ambiental, que posibilita la reconciliación consigo mismo y el ambiente en el entretejido comunitario.
La Huerta Hayuelos comenzó en un pequeño trozo del parque aledaño al Humedal Capellanía, hoy se erige como una propuesta resiliente, respetuosa y resistente. Pues de la mano de las lideresas como Claudia y Sandya y la comunidad ambiental del territorio, este espacio ha permitido habitar la ciudad y el espacio público desde la colectividad, el trabajo común-unitario el aprendizaje vivencial y los saberes ancestrales como horizontes del cuidado y apropiación por el territorio, haciendo de la huerta un pulmón vivo de una Bogotá que no sucumbe ante el caos y que respira nuevos horizontes de vida.