Felipe Agudelo Tenorio, autor de "Murallas infinitas"
Felipe Agudelo Tenorio, autor de "Murallas infinitas"

 

Murallas Infinitas

Por Juan David Correa

Enero, 2022

 

 

Hay algo muy emocionante en una novela negra bien escrita: utilizo un adjetivo anodino —bien— deliberadamente: no todos los thrillers le prestan atención a la forma y están más pendientes de la trama para dar la sensación de que se puede leer rápido. La mezcla entre esa forma cuidada, pensada, que produce imágenes contundentes y metáforas, símiles, ideas, y hasta versos, y una historia trepidante y que no queremos soltar es lo que ha logrado Felipe Agudelo en sus dos entregas con el investigador privado Gotardo Reina como protagonista. Hace dos años, con” Búsqueda incesante” me llené de emoción al leer una novela ambiciosa, distópica, dramática, humorística y muy divertida y ahora celebro que exista la segunda entrega —no por continuidad de su trama, sino de su personaje—. La segunda entrega de Gotardo Reina no dejará a nadie impune.

 

“Murallas infinitas” (Tusquets) cuenta la terrible aparición en el Salto de Tequendama de una serie de muchachas adolescentes, quienes aparentemente se han suicidado. Este es el nuevo caso que cae entre las manos del investigador Gotardo Reina. El tiempo ha pasado y él aún sigue en la búsqueda de Amarilis, su hermana desaparecida. Es su amiga, la teniente Chitiva, quien lo vincula a esta nueva investigación.

 

El proceso de pesquisa y rastreo del caso conduce a Gotardo Reina a internarse en el mundo oscuro de las redes de trata de personas, especialmente de mujeres. Por esta razón deberá no solo enfrentarse a una peligrosa organización criminal de corte internacional, que opera en Colombia, sino que tendrá plantarse, cara a cara, ante una parte de su propia historia familiar, que hasta entonces había permanecido oculta para él.

 

Diversos peligros lo obligarán a salir de Bogotá y a emprender un breve pero intenso viaje a la costa caribeña, antes de poder resolver los enigmas que plantea la extraña muerte de muchachas en puntos distantes de nuestra geografía. No dejen de leerla: este es un viaje más allá del Tequendama.