¡La revolución sobre ruedas!

Por Julio Enrique Cortés M.

Mayo, 2023

 

 

 

La bicicleta tiene una larga historia de transformaciones y aportes a la humanidad de acuerdo con sus respectivos contextos sociales, políticos y culturales.

 

La bicicleta, la cicla, la viela, o la burra, como se le ha bautizado, ha sido un importante medio de transporte y ha tenido diversos usos y beneficios para millones de personas en el mundo. Sin duda, actualmente, la bicicleta es reconocida y valorada por sus múltiples ventajas y contribuciones al mejoramiento de la calidad de vida de la población, ante el caos de movilidad que agobia a los habitantes de las grandes urbes. 

 

Sabemos que existe una cantidad enorme de mujeres, hombres y niños que van diariamente en bicicleta a sus lugares de trabajo o estudio, a hacer diligencias, o que simplemente la disfrutan como actividad de esparcimiento y recreación. Igualmente, la bici se ha convertido en una opción atractiva para salir a viajar y hacer deporte. En síntesis, la bicicleta es para muchas personas una maravillosa y fiel compañera que proporciona autonomía y bienestar en la vida cotidiana. 

 

 

La bicicleta en la emancipación de la mujer

 

Vale la pena destacar cómo la bicicleta resultó convirtiéndose en un medio de emancipación para las mujeres de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, puesto que gracias a esta podían salir y transportarse de manera autónoma y libre sin depender de los esposos ni de otros hombres que las trasladaran en sus automóviles a donde ellas quisieran ir. No obstante, las primeras mujeres que hace más de un siglo en Europa y Estados Unidos utilizaron la bicicleta, tuvieron que afrontar la censura y rechazo al ser estigmatizadas por la cultura machista imperante. Para ellas montar en bicicleta implicó a su vez ir transformando su vestuario, dejar sus corsés y faldas por ropa más cómoda y ponerse pantalones, lo cual fue mal visto por la cultura conservadora de la época. Era tanta la represión, que se dice que los hombres se inventaban toda clase de mitos y falsedades. Decían, por ejemplo, que las mujeres que usaran la bicicleta podrían contraer enfermedades como sífilis y gonorrea; también decían que podían perder la virginidad, que les potencializaba su deseo de masturbación y que podían incluso caer en la prostitución. 

 

Hay que tener en cuenta que a las mujeres se les consideraba inferiores y en consecuencia se les negaron derechos que solo con el tiempo, y gracias a sus aguerridas luchas sociales, fueron conquistando. Susan B. Anthony, activista por los derechos de la mujer durante la mayor parte del siglo XIX, declaró que “La bicicleta había hecho más por la emancipación de las mujeres que ninguna otra cosa en el mundo".

 

La bicicleta en Colombia

 

En cuanto a Colombia, las primeras bicicletas llegaron hacia 1930, venían de Europa en barco, fueron hechas en Inglaterra y los primeros que las pudieron adquirir fueron hombres de familias acomodadas de Cundinamarca, Valle del Cauca y Antioquia. “Era común ver hombres bien vestidos llevando a sus esposas en la parrilla”. Con el tiempo la bicicleta fue popularizándose porque empezaron a llegar bicicletas del Brasil y la India a precios mucho más favorables. Poco a poco la bicicleta pasó de ser exclusivamente un medio de transporte para convertirse en una herramienta de trabajo. En las veredas los campesinos movilizaban las cosechas y las cantinas de leche; y en las ciudades, los mensajeros, los carteros, la policía y los bomberos utilizaron estos vehículos de dos ruedas. Posteriormente, con el crecimiento de la industria automotriz y el uso masivo de carros en las ciudades, la bicicleta se convierte en el medio de transporte por excelencia de los pobres, para quienes no era posible asumir el costo de un carro.

 

Foto: @Camilo.ecoprofe
Foto: @Camilo.ecoprofe

 

La bicicleta como alternativa ante la crisis global

 

En los albores del siglo XXI el planeta ha sufrido toda clase de convulsiones y transformaciones. El cambio climático es evidente y sus estragos han sido devastadores. La tragedia por el daño ambiental nos exige el replanteamiento de nuestras prácticas de consumo y de nuestra relación con el mundo. Esto significa cambiar hábitos desde nuestra vida cotidiana, así como también del actuar político de los gobernantes y de los estados. Es indudable que la super producción de vehículos que funcionan a partir de los derivados del petróleo afectan la salud de todos los seres vivos, e incluso genera condiciones favorables para la aparición de nuevas enfermedades. Con la pandemia del Covid- 19 se disparó de forma positiva el uso de la bicicleta evitando mayor propagación y riesgos de contagio, propios de los transportes masivos, los cuales fueron considerados internacionalmente (OMS) como fuentes de alto riesgo de propagación del coronavirus. 

 

El uso de la bicicleta ha sido de gran manera una alternativa revolucionaria, pues a diferencia de los auto motores, allí no se consume gasolina -derivado del petróleo-, no se pagan peajes, no se pagan impuestos, y en general representan un alivio económico ante el alto costo del transporte y del combustible. También ha sido beneficiosa al propiciar un mayor bienestar en la salud física y emocional de la población, ya que, para muchos, es un ejercicio que cumple una función terapéutica y se rompe con el sedentarismo tan común y nocivo en estos tiempos. No es casual que las ciudades que han dado un papel protagónico a las bicicletas sean más amables y humanas: Copenhague, Oslo, Hamburgo, Ámsterdam, entre otras. Igualmente, cabe destacar que, en París y Barcelona, se está produciendo un fuerte apoyo adicional a sus programas de movilidad sostenible. Sus alcaldes han fomentado el uso de la bicicleta a través de estímulos económicos que brinden las empresas a los empleados que la utilicen para ir al trabajo. 

 

La bicicleta es en definitiva una solución sencilla y eficaz para afrontar la problemática de movilidad y de salud del planeta. Por todo esto no es extraño que millones de personas hayan optado por la bicicleta como medio de transporte amigable, económico y práctico. Decía Eduardo Galeano que “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.

 

Foto: @Camilo.ecoprofe
Foto: @Camilo.ecoprofe

 

La Bicicleta en Bogotá

 

Bogotá es una ciudad líder en ciclismo urbano, en Latinoamérica y en el mundo, gracias a las políticas públicas que han transformado su infraestructura y fomentado la cultura de la bici. Actualmente se registran más de 680.000 viajes diarios en este medio de transporte. Bogotá es una de las pocas ciudades del mundo en donde sus habitantes pueden disfrutar del Día sin Carro, jornada que sin duda ha tenido gran éxito y receptividad de la gente ante la cantidad de bicicletas que se toman las calles y por la disminución en los niveles de contaminación del aire. Igualmente es de resaltar que las jornadas de ciclovía nocturna atraen a miles de personas en Bogotá y son disfrute hasta altas horas de la noche para ciclistas y transeúntes. Por otra parte, no hay que olvidar que más de 1.5 millones de personas disfrutan todos los domingos de los 125 kilómetros de ciclovía en Bogotá. Se calcula que aproximadamente el 8% de la gente en Bogotá se moviliza diariamente en bicicleta. 

 

 

Se debe resaltar que Bogotá es una de las ciudades con mayor cultura de la bicicleta a nivel mundial y el número de bici usuarios sigue creciendo aceleradamente. En la capital existen diversos colectivos de bicicleta como BikeKennedy, FontiRueda, Ciclocanabis, Bicionarios, TeusacatuBici, entre otros, quienes salen constantemente a rodar por la ciudad generando mayor apropiación del espacio público e incentivando al uso de la bicicleta. No se puede desconocer que la bicicleta ha estado muy presente en la movilización social y el activismo ambiental y político. Adicionalmente se han creado instancias de participación como los Consejos Local de la Bici y propuestas como la del Diplomado Ambiental en Bicicleta (DAB), lo que confirman su gran impacto y poder ciudadano en Bogotá.

 

Foto: @Camilo.ecoprofe
Foto: @Camilo.ecoprofe

 

Recientemente acaba de realizarse una multitudinaria salida en bicicleta desde Bogotá hasta Villavicencio la cual contó con miles de mujeres y hombres quienes se dieron cita el pasado 28 de abril en el sur de Bogotá. Muchos de estos participantes han estado fomentando encuentros relevantes como el Foro Mundial de la Bici 2022, un espacio de ciclo-activismo, en donde se discutieron problemáticas en relación a la movilidad en bicicleta y al planteamiento de las ciudades para usar este medio de transporte.

 

Indudablemente que el caos del tráfico y la percepción para mucha gente que señala, que el Transmilenio y el transporte “público” brindan un mal servicio a la ciudadanía, ha hecho que muchas personas opten por movilizarse en bicicleta. Sumado a lo anterior, muchas mujeres dicen que en los buses se sienten agredidas sexualmente; muchos se quejan de la incomodidad de los olores, la inseguridad, y del alto costo de los pasajes. Basta con mirar los ríos de bici usuarios en las horas de la mañana y en la tarde recorriendo las calles y ciclo rutas de Bogotá para comprender que la bicicleta ha sido una maravillosa elección de movilidad en la ciudad.

 

Sin embargo, aún falta avanzar mucho en cuanto al mejoramiento de las condiciones de seguridad para los ciclistas pues el miedo ante tanta inseguridad desestimula el uso de la bicicleta en Bogotá. Hay que decir que se torna alarmante la cantidad de personas asesinadas y heridas víctimas de hurtos de bicicleta a manos de la delincuencia. Por esto se solicita mayor presencia y efectividad de la policía, garantizar una adecuada iluminación y señalización de las vías de la malla vial y la eliminación de bolardos y otros obstáculos como carros parqueados en las ciclo rutas porque se convierten en verdaderas trampas ocasionando accidentes. 

 

Por último, se hace un llamado de atención para que los bici usuarios seamos más responsables y cuidemos nuestra vida, hagamos uso del casco, reflectivos y luces en la noche y contribuyamos a una cultura del respeto y la prudencia cumpliendo con las normas de tránsito.

 

Nota: Es importante que la administración distrital analice y solucione algunos fenómenos relacionados con la bicicleta. Como que la mitad de siniestros que involucraron ciclistas se concentran en las localidades del occidente de la ciudad, y que alrededor del 31% de los casos con fallecidos esté involucrado un bus o buseta Sitp, mientras que en un 23% un vehículo de carga.

 

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Referencias

  • https://www.movilidadbogota.gov.co/web/plan_bici
  • https://bogotacomovamos.org/el-protagonismo-de-la-bicicleta/
  • https://centrodeinformacion.manizales.gov.co/manizales-sera-la-sede-del-foro-mundial-de-la-bicicleta-2022/

 

Comentarios: 1
  • #1

    Gerardo Doce Diaz (sábado, 13 mayo 2023 21:48)

    Excelente ilustración del estudio acerca de la bicicleta que en nuestro país es apreciada; sin embargo en ciudad de Panamá aunque no existen ciclorutas porque allá el carro es prioridad, la bicicleta en los años 60 y 70 debía ser identificada con una placa que el usuario debía registrar y cancelar al departamento de tránsito y transporte, este comentario porque llevo 42 años utilizando como transporte el caballito de acero