Hechoencali.com

Periodismo en construcción

Por Jorge Luis Galeano Bolaños

Director Hechoencali.com

Abril. 2023

 

 

Hechoencali.com nació de una crisis. No de una crisis económica afortunadamente, sino de una de esas que cuestionan tu lugar en el mundo, en mi caso, de mi lugar como comunicador social-periodista. Cuando me llegaron las dudas sobre mi profesión, era reportero de la sección judicial de un noticiero de televisión regional del Valle del Cauca. Ya había cumplido más de un año ahí y todo parecía quieto, no había más qué aprender y mi futuro parecía ser reportero por 20 años. Había pasado por muchos formatos: opinión, investigación y hasta programas de concurso. Todo en televisión. Ese era el mundo informativo que conocía.

 

Ese caminar duró 8 años y sin duda aprendí cosas que hoy aprecio sobre el ejercicio periodístico. Fue en ese período, particularmente, entre el 2004 y 2006 cuando sentí que de esa manera quería seguir contando historias. En esos dos años viajé por el Valle del Cauca, Cauca y Nariño reconstruyendo las vidas de personas que resistieron el conflicto armado y transformaron comunidades enteras, luchando siempre en desventaja.

 

Pero después de 2006, mi encuentro con el periodismo se postergó hasta el 2008 cuando ingresé a un noticiero clásico, convencional. Esa fue la puntada final y como dice la canción: “todo tiene su final” y en 2010 terminó o, más bien, terminé mi paso por la televisión porque ya estaba andando lo que hoy es mi quehacer diario y mi gran motivación profesional. De eso ya hace 14 años y parece mentira, pero sí, todo ese tiempo ha pasado desde que, en ese septiembre de 2009, apareció la respuesta a una inquietud que teníamos con Harold, mi colega fundador: “Deberíamos hacer algo” nos repetimos una y otra vez mientras él era el editor en un noticiero de televisión y yo el reportero de la sección judicial. Lo que salió de esas muchas charlas, muchos tintos y algunos cigarrillos fue Hechoencali.com, un medio cuyos primeros pasos, claro, fueron ingenuos porque decidimos habitar un terreno desconocido para nosotros: internet.

 

En realidad, no sabíamos qué implicaba hacer periodismo en internet ni cómo se diferenciaba de la televisión. No había consciencia de lenguaje digital, ni mucho menos que en poco tiempo, las redes sociales iban a ser pieza fundamental de la comunicación periodística. Todo ello, entonces, nos arrojó a un ejercicio bien intencionado, pero torpe. Queríamos destacar la información de Cali, protagonizada por personas relacionadas con esta ciudad, pero nuestra maleta de conocimiento estaba llena de ese periodismo clásico, alejado de la gente, que impone agenda y sobre todo (y tal vez lo peor de todo), de ese periodismo de alta velocidad. 

 

Esa lógica la mantuvimos por dos años. Corríamos detrás de la información y pretendíamos competir de “tú a tú” con los medios más grandes y más posicionados lo que, como es de esperarse, nos desgastó mucho. Ello, contrario a parecer un fracaso fue una gran oportunidad. Fue una revelación que permitió ver que Hechoencali.com no podía ser un medio de comunicación convencional, tradicional. Paramos de publicar y nos encerramos a repensarlo todo: el tipo de periodismo que estábamos haciendo frente al que realmente queríamos hacer. 

 

Fueron cuatro meses en los que confirmé que nunca estuve cómodo haciendo información inmediata y los viajes por el suroccidente de Colombia aparecieron de nuevo para recordarme que la narrativa pausada, detallada, al servicio de la gente menos escuchada, era mi lugar.

 

No fue una decisión fácil, pues significó renunciar a gran parte de mi camino recorrido. Significó empezar un proceso de desaprendizaje y reaprendizaje para que ese periodismo tuviera cabida en mí, expuesto a la lógica de la información rápida y mecánica. 

 

Pero en junio de 2012 nos lanzamos al ruedo. Empezamos a trabajar, entonces, desde una lógica reposada, planeada y alejada del afán noticioso. Teníamos un nuevo equipo de personas, puesto que Harold ya había tomado un rumbo distinto y pusimos a prueba esa idea que se cocinó por cuatro meses: hacer periodismo de derechos humanos. Ello implicaba que nuestras historias debían estar atravesadas por la visibilización de las personas que protagonizaran hechos, actividades, procesos de visibilización, denuncia y/o protección de los derechos, sobre todo, desde las organizaciones sociales. 

 

Esa nueva lógica retaba muchas de las cosas que yo había aprendido en la universidad y en mi ejercicio en televisión: la objetividad, el equilibrio, la distancia entre el periodista y la historia. Todo ello fue retado y se convirtió en un descubrimiento maravilloso porque me di cuenta que sí es posible hacer periodismo responsable descartando algunas de esas máximas o, por lo menos, redimensionándolas. Con el equipo de trabajo, nos dimos cuenta que no éramos objetivos, no podíamos serlo. Cada historia, cada relato nos puso en el lugar de quien nos lo contaba y surgió eso que a veces falta tanto en los medios: empatía. Votamos, entonces, por la transparencia. Y desde ese momento, ese ha sido el valor que más defendemos. 

 

Ese camino nos llenó de satisfacción personal y profesional. Dos años después de empezarlo, ganamos el Premio de Periodismo Alfonso Bonilla Aragón por una serie sobre los derechos humanos de las mujeres trans en Cali, además, recibimos una mención como el tercer mejor trabajo de periodismo regional en los premios Semana-Argos por otra serie sobre mujeres en proceso de reincorporación a la vida civil. En total: un premio, 5 nominaciones hasta este 2023.

 

Lo anterior, claro, es solo una pequeña parte de lo que hemos logrado porque el reaprendizaje del ejercicio ha sido el mayor triunfo. Darle vuelta a la fórmula clásica y apostarle a pensar en una audiencia específica en un tema tan complejo como los derechos humanos, nos convirtió en eternos aprendices. 

 

Hoy nuestra línea editorial sigue firme y es más necesaria que nunca. Hablar de derechos humanos en los medios de comunicación es fundamental porque deben ser una práctica cotidiana en la que todas las personas participemos desde nuestros lugares en el mundo. En nuestro trabajo lo hemos traducido en, por ejemplo, ver al teatro como una herramienta de visibilización, a las organizaciones comunitarias y sociales como escenarios del fortalecimiento en el cuidado del ejercicio pleno de esos derechos por parte de la ciudadanía. Ese es nuestro compromiso y no lo vamos a abandonar.  

 

Lo anterior, claro, tiene el reto de lo digital. Nos enfrentamos a la rapidez y a la inmediatez, no solo desde los medios de comunicación, sino en la forma de consumo de algunas audiencias, pero también, nos da la oportunidad de hacer “periodismo en contra de la gente” como diría alguna vez Martín Caparrós. Es decir, darle a la gente información sobre temas que no se espera, que no sabe que necesita. Así construimos nuestra agenda hoy: tratando de sorprender con relatos distintos, con temas diferentes, con miradas disímiles y con una perspectiva local.

 

También, por supuesto, exploramos las narrativas propias de la era digital y estamos experimentando con el formato podcast que se ha convertido en otro espacio de inmensos aprendizajes con el que esperamos conquistar más audiencia.

 

Hoy agradezco a todas las personas que a lo largo de estos 14 años han creído en Hechoencali.com como medio de comunicación y en su forma de hacer periodismo. Todas quienes han pasado por este lugar, este espacio informativo, siguen ayudando a pesar del tiempo y el equipo con el trabajo hoy, entiende la filosofía, el corazón de esta apuesta que ha sido siempre un reto, que es una prueba diaria. Un camino que se ha ido creando mientras hemos dado esos pasos, hoy menos ingenuos, pero con la consciencia de que hay muchos más por dar en el futuro.

 

Gracias a Quira Medios por regalarnos este espacio para presentarnos a ustedes y contarles de nuestro trabajo que pueden leer completo en www.hechoencali.com. Si quieren interactuar con nosotros, nos pueden encontrar en instagram como hechoencaliperiodismo

 

¡Nos leemos, nos vemos y nos escuchamos más adelante!