Semblanza: Giovanni Quessep

Por Paty David

Noviembre, 2021

Es particular homenajear a un artista en vida, no obstante, quiero darle un destello más de luz al poeta del encantamiento, Giovanni Quessep que nació el 31 de diciembre de 1939 en el departamento de Sucre-Colombia, en un pueblito llamado San Onofre, en el cual habitó hasta 1949. La violencia bipartidista hizo desplazar a su familia liberal por amenazas de muerte. Se estableció en Cartagena un largo transcurso de su vida y actualmente vive en la ciudad de Popayán. El poeta ha sido merecedor de reconocimientos como: el Doctorado Honoris Causa en Filosofía y Letras, otorgado por la Universidad del Cauca en 1992; el Premio Nacional de Poesía José Asunción Silva, Bogotá, 2004, y el Premio Nacional de Poesía por reconocimiento de la Universidad de Antioquia, 2008; entre otros.

El ardor y la nitidez de sus palabras conmocionan a sus lectores, podría decirse que es un verdadero redentor de la poesía entre la insensibilidad humana de todos los tiempos. 

Giovanni, en sus primeros pasos literarios, tuvo un encuentro especial con La Divina Comedia de Dante Alighieri, incluso, su poesía es una amalgama de fuentes literarias europeas, quizás, su ímpetu de viajar y estudiar en Italia provenga de sus lecturas renacentistas. Es reconocido en algunos de sus versos el respeto que tiene por la tradición literaria más culta; el Siglo de Oro Español con su lenguaje “desatado” como Miguel de Cervantes lo define en plena apertura de la novela moderna a finales del S. XVI.  En sus 12 obras publicadas también se vislumbran a los poetas de la generación del 27, generación de escritores españoles influenciados por el surrealismo, el simbolismo, el futurismo…, haciendo de la metáfora perfectamente lograda, una audaz forma de transmitir sensaciones profundas e increíbles. 

El poeta sucreño es un buen conocedor y estudioso de grandes épocas de la literatura, sin embargo, es muy auténtico en su escritura donde simultáneamente señala la necesidad de saber, de conocer las formas de la poesía a través de los tiempos, de leer para ampliar el imaginario poético y, de tal manera, escribir con más intensión y pertenencia de las palabras.  

Leyendo su poesía, es considerable el poder que tienen sus composiciones en la historia, en la “evolución” del mundo, describe lo que siente en el presente de una manera finamente clásica, sus imágenes evocan el misterio de bosques, castillos, reinas, doncellas, huéspedes, torres, paraísos, brújulas… es simbólico, mítico y exalta la profundidad de la simpleza en la cotidianidad. 

En las líneas del poeta existe una frecuente desazón e intriga ante la humanidad, recurre a la fugacidad de la vida comparándola con “las nubes que se van”, permitiendo al lector identificarse con la realidad de sus expresiones que llevan a cualquier espacio y tiempo. Sus palabras son un encantamiento. Quessep busca y halla la libertad del ser, también la necesidad de ser reconocido; resistencia al olvido, y muestra que es la vida la que se entrega en un poema como lo respalda el último verso del poema “Razón para la Reina”: “Guarda bien estos versos, me va en ellos la vida”.

Quessep rechaza y denuncia a la deshumanización de un modo liviano, profundo, e inevitablemente triste como el azul del cielo a las cuatro de la tarde en la costa, revela que contar historias; saber narrar la vida es retener el tiempo,  es hacer de las palabras hasta lo imposible, vivir el personaje principal de una fábula apenas inventada, además, tiene la virtud de poder ser el otro, describe el mundo desde otros ojos como en su poema “Tejido” que embellece el oficio de una hilandera con formas sutiles y nostálgicas, describiendo la hermosura que debería encontrar y percibir ésta en su oficio. De tal manera, hay un sin número de percepciones y sentidos que logra despertar y atravesar en los receptores de su poesía. 

Se hace necesario profundizar en la obra de Giovanni Quessep para desarrollar el conocimiento, la sensibilidad en todas las direcciones, la capacidad de crear y de nombrar el mundo.