All the power to the people:
cine para la resistencia racial
Por: Katherine Gerena (@berengena_)
Escritora, columnista invitada
Junio, 2020
"All the power to the people". Alrededor del año 1960 se empezaba a escuchar esta frase en todas las esquinas. Luego de que la esclavitud fuera abolida por la Proclamación de Emancipación firmada en el año 1863, e impartida por el difunto presidente Abraham Lincoln, en pleno auge de la Guerra de Secesión, no fue suficiente para todos los cincuenta Estados pertenecientes al país.
Lincoln quien pertenecía al partido republicano fue elegido presidente de los Estados Unidos en el año 1860 y su posesión generó una división bastante notable, entre sur y norte, debido a sus políticas abolicionistas de la esclavitud. Figuras ejemplares como Rosa Parks, quien influyó en el pensamiento crítico de un joven pastor llamado Martin Luther King Jr, fueron necesarias para hacer constatar que los derechos civiles en Estados Unidos eran deficientes para las personas afroamericanas y por ende, promovían la segregación y discriminación racial.
Esta división política que tenía connotaciones fascistas influyó en que diferentes estados sureños se independizaran alrededor del año 1861 y se proclamaran como los Estados Confederados de América. Sin embargo, la firma de la abolición de la esclavitud, que acabó con la pertenencia de esclavos, como lo hacían figuras políticas como Benjamin Franklin o George Washington, no terminó completamente con la esclavitud. En el periodo de la reconstrucción, después de finalizada la guerra, se adoptaron las famosas leyes de Jim Crow: una iniciativa legislativa elaborada por los demócratas donde por medio de la frase “separate but equal” (separados pero iguales), adoctrinó y contribuyó al crecimiento de la segregación de las minorías raciales en los Estados Unidos puesto que este “Derecho constitucional” lo permitía. Desde entonces y por al menos 89 años, la segregación racial estuvo permeada en todas las instalaciones de Estados Unidos: escuelas públicas, baños públicos, transporte públicos, restaurantes o cines; esto logró sistematizar un sinnúmero de desventajas económicas, educativas y sociales para los afroamericanos.
La discriminación que había estado impregnada hasta en los discursos políticos, facilitó la creación de grupos y sociedades secretas violentas al sur del país como el reconocido Ku-Klux-Klan (KKK) y prohibió la actividad política de la población afro al ejercicio del voto, por ejemplo. No es casualidad que estos grupos se crearan a partir de finalizada la esclavitud puesto que después de que cesara la guerra civil, se calculaba que más de más de 4 millones de esclavos serían personas libres y entraría a ser parte del ejercicio civil como cualquier otra persona en los Estados Unidos; sin embargo esta brecha racial creció hasta el punto de que algunos afrodescendientes fueron perseguidos y privados de cualquier derecho cívico como el caso donde 4400 afroestadounidenses fueran linchados en Estados Unidos entre 1877 y 1950 a manos de KKK. Estos repudiables e inhumanos actos eran parte de la cultura de los EEUU hasta que se replicaban en los periódicos estatales anunciado y convocando a las personas a participar: “3000 (personas) quemarán a un negro”, aparecía el titular de un diario del New Orleans State en el año 1919.
La aparición de diferentes movimientos como partidos en pro de la minoría racial segregada en los Estados Unidos permitió el descenso y posterior caída de este Derecho constitucional que respaldaba y justificaba la discriminación en el país. A través de las diferentes sentencias radicadas ante la Corte Suprema a mediados del siglo XX, permitió la abolición total de políticas segregacionistas en EEUU. Décadas como los años 1950, 1960 y 1970, fueron de transición para el país y posteriormente, se convertirían en años cruciales para el nacimiento de diferentes figuras que se revelarían por medio de un orgullo: la aparición de aquellos sujetos que vestían chaquetas de cuero oscuro, boinas negras, mientras caminaban con el puño fruncido en alto y quienes se auto mencionaron como las Panteras Negras. El periodo comprendido desde el año 1965 hasta 1968 estuvo marcado por diferentes actos violentos que afectaron la comunidad afroamericana: el asesinato de Malcom X, los disturbios de Watts, la marcha de Selma, el asesinato de Martin Luther King Jr. El origen de las Panteras Negras brindó y contribuyó a contrarrestar esas desventajas sociales por medio de diversas iniciativas: el programa de desayuno para los niños, la habilitación de clínicas gratuitas para la población racial, las clases de autodefensa y primeros auxilios.
All the power to the people, era una de las consignas que llenaron todas las calles y esquinas del estado de California. Por medio de su programa de 10 puntos expresaban su deseo de libertad para las personas afroestadounidense y poner fin a la brutalidad policial contra ellos, como garantizar la vivienda, educación y empleo para los afroamericanos. El trabajo político y organizativo de las Panteras Negras fue crucial para impulsar a la actividad y participación de las personas afro a diferentes actividades económicas, sociales, culturales y políticas, las cuales habían sido negadas durante décadas. Las Panteras Negras cambiaron los fusiles por los delantales y oficialmente desaparecieron en el año 1982; sin embargo, su orgullo, discurso, iniciativa y posición sigue repercutiendo hasta la actualidad con mensajes que hacen ecos en todos los lugares de Estados Unidos y del mundo: black lives matter.
A raíz del reciente caso de abuso policial y posterior asesinato de George Floyd en el Estado de Minnesota, se han prendido las alarmas en el país sobre el ¿avance? –O más bien, retroceso– de los derechos civiles de los afroamericanos. Este frívolo suceso ha desatado la furia de la mayoría de personas residentes en los Estados Unidos quienes han salido a las calles a manifestar como exigir justifica; pero también reconocemos que este no es el primer caso y seguramente no el único, la discriminación se ha intensificado a raíz de la elección presidencial de Donald Trump quien ganó un populismo dentro del país debido a sus propuestas políticas fascistas, xenofóbas, clasistas y raciales (¿recuerdan que en el sur del país nació el KKK?, ahora adivinen, ¿dónde ganó popularidad su discurso segregacionista?). A pesar de que en la actualidad el discurso racista es totalmente inaceptable e injustificado, la segregación está más que inmersa en la cotidianidad y el diálogo que ha transgredido las fronteras: en el caso de América Latina y debido a las constantes migraciones, está normalizado que escuchemos dentro del diálogo de otras personas, referirse de forma bastante punitiva a quienes tienen otra nacionalidad.
Hollywood, por ejemplo, ha sido otros de los lugares donde se ha permeado durante años este discurso racista y también ha demostrado ser tanto sexista como xenofóbo (y a veces, también heteronormado), desde sus producciones, directores, guionistas, cargando estereotipos sociales, culturales y patriarcales; por ende, no es de sorprenderse que la Academia ha sido rodeada por polémicas dentro de sus categorías de premiación bajo campañas como “#OscarsSoWhite” y “#MeToo” cuando algunas actrices como actores empezaron a destapar diferentes casos de abuso sexual dentro de la academia. Sin embargo y en momentos como estos, es crucial levantar aquellas historias y producciones que han llegado a la pantalla grande rompiendo con la fantasía que siempre se ha esperado en el cine, que llenen de significado (o resignifiquen lo ya conocido) cultural y carguen con bastante respeto las voces de quienes han sido históricamente oprimidos. La finalidad de esta columna, aparte de reseñar un contexto histórico que ha durado muchísimos años en tan escasos reglones, es invitador a todos los lectores que por medio del séptimo arte y una pequeña recomendación de películas de mí gusto, podamos reflexionar conjuntamente sobre esta dolorosa realidad que aún nos repercute.
1. Do the Right Thing (1989)
Si de contar historias relacionadas con los afroamericanos se trata, Spike Lee es el adecuado por excelencia. Estrenada en 1989, relata la cotidianidad que viven algunas personas afrodescendientes en una sección de la calle Bedford-Stuyvesant en Brooklyn y una famosa pizzería dueña de unos italianos. No quisiera detallar la película demasiado porque siento que la cronología y desarrollo de la misma contribuye a que cada escena, cada diálogo y cada personaje sean especiales. La controversia después de lanzada al público no se hizo esperar, muchos críticos declararon que la película podía incitar en la audiencia afro a generar disturbios; disturbios que nunca se presentaron. Esta es una de mis favoritas y es totalmente pertinente para entender la situación actual en la que estamos. Sólo me resta preguntarles: ¿Mookie hizo lo correcto?
2. Straight Outta Compton (2015)
Hace poco nos habíamos enterado que Anonymous había logrado intervenir en la frecuencia radial de la policía de Chicago y Minneapolis para sonar la canción de N.W.A.: Fuck tha Police. Esta película dirigida por F. Gary, cuenta la historia del ascenso al éxito del grupo de rap N.W.A (Niggas With Attitudes) y su posterior disolución. Lo más llamativo dentro de este filme es el contexto político de los años 80’s y 90’s en los cuales se encontraba Estados Unidos frente al abuso policial, hecho que no es pan de los últimos días. Recordemos que el rap es un género musical que logra consolidarse a inicios de los años 80’s cargando fuertes mensajes con un contenido social y reivindicativo que denunciaba realidades que vivían las comunidades afros en medio de la violencia, las drogas y pobreza de estos barrios de Nueva York y Los Ángeles.
3. How to Kill a Mockingbird (1960)
Inspirada en el libro del estadounidense Harper Lee y ganador del premio Pulitzer, en 1962 Robert Mulligan elaboró una película el cual se convirtió en un clásico del séptimo arte. Esta película cuenta la historia que se desarrolla en la época de la Gran Depresión, en una localidad pequeña del estado de Alabama, al sur de Estados Unidos y donde existió una mayor persecución racial, un abogado tiene que defender a un hombre afroamericano acusado de haber violado a una mujer blanca. How to Kill a Mockingbird o Matar un ruiseñor se convirtió en un clásico de la literatura estadounidense, mientras que la película nos deja un gran reflexión sobre la desigualdad y discriminación racial que se viven en este época que tuvo mayor presencia dentro del país.
Katherine Gerena
Escritora y columnista invitada.
Bogotana. Pseudo ingeniera de tiempo completo. Mi hobbie es hablar de música y películas.
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