Genocidio en Palestina

"El deber de no callar"

Por Mónica Tinjacá Amaya

Abogada feminista, penalista y defensora de derechos humanos

Septiembre, 2025

 

 

El genocidio contra el pueblo palestino como parte de una estrategia colonial e imperialista, transmitido a diario por telenoticieros al servicio de la propaganda sionista, parecen estar cumpliendo su propósito a nivel mundial, desensibilizar emocionalmente a la opinión pública frente al sufrimiento, la violencia y la manipulación simbólica. En contextos en los que los medios informativos al servicio de los poderes político y económico instrumentalizan el dolor, fabrican enemigos y saturan el espacio público con narrativas de conmoción (amenazas, atentados, mártires, bloqueos, etc).

 

Las sociedades desarrollan una forma de “anestesia afectiva” o fatiga emocional y escepticismo como mecanismos de defensa. Las personas dejan de reaccionar como se esperaría en una sociedad saludable, mientras algunos individuos experimentan una profunda tristeza, indignación y frustración ante el genocidio que no cesa, otros adoptan mecanismos de afrontamiento muy diferente como la indiferencia y justificación. Esa “inmunidad emocional colectiva” puede ser vista ya sea como una forma de adaptación pavloviana a las circunstancias del momento histórico, o como una crisis de empatía o retraimiento afectivo ante la percepción individual de la impotencia ciudadana ante las falencias de la Justicia y las leyes.

 

Colombia y América Latina: deber ético y compromiso político

 

En Colombia hemos conocido las afectaciones de la violencia sistemática contra la población civil, esa dolorosa experiencia se pensaría que nos ha hecho más sensibles al dolor ajeno, desde la identificación empática con aquellas personas cuyo dolor de hoy nos concita a revivir, no como eco lejano, sino como herida aún palpitante, de nuestra historia reciente. 

 

Si se me permite la expresión, yo diría que, “por fortuna”, una gran parte de esa masa amorfa a la que denominamos “opinión pública” en Colombia, no ha sido permeada por la corriente de la insensibilidad ante el dolor ajeno en su totalidad, y es, precisamente esa sensibilidad histórica la que nos impide permanecer indiferentes ante la barbarie que enfrenta Palestina. Callar sería traicionar nuestra propia historia de resistencia, memoria y dignidad. 

 

 

Crímenes contra la humanidad que no admiten silencio

 

El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 prohíben explícitamente los ataques intencionados contra la población civil, la destrucción de hospitales y el desplazamiento forzado y sistemático de personas. A pesar de estas leyes, se están cometiendo una serie de atrocidades. 

 

De acuerdo con Médicos Sin Fronteras, las autoridades israelíes están utilizando los alimentos como arma de guerra, provocando una inanición generalizada. Según UNICEF y otros organismos de la ONU, más de medio millón de personas en Gaza enfrentan hambruna, y la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) advierte que para finales de septiembre 640.000 personas estarán en niveles catastróficos. Es necesario decir que la grave situación se ve también reflejada en los testimonios de mujeres palestinas que han sido privadas de suministros esenciales como toallas sanitarias, tampones jabón, han sufrido partos inhumanos, la muerte de sus bebés por hipotermia o hambre, la violencia sexual, y en general violencia basada en género como parte de la estrategia militar.

 

Responsabilidad internacional y complicidad por omisión

 

El silencio no es neutral: es cómplice. Cuando Estados Unidos destina 3.800 millones de dólares anuales en asistencia militar a Israel, se compromete activamente con la perpetuación de estas violaciones masivas al derecho internacional.

 

De igual forma, algunos prefieren estrechar manos con los responsables de estas atrocidades, en lugar de condenarlas, asumen una corresponsabilidad histórica. El derecho internacional no solo impone obligaciones a los Estados agresores; también los obliga, como comunidad internacional, a prevenir y sancionar el genocidio. El principio de Responsabilidad de Proteger (R2P), concebido para evitar la indiferencia ante crímenes atroces, se encuentra en una encrucijada. Mientras que las facultades de Derecho enseñan que la esencia de su oficio es proteger la vida y la dignidad humana, el universo jurídico asiste de manera pasiva e irresponsable a la que podría ser la peor crisis humanitaria de los últimos siglos, ignorando la lección de tragedias pasadas como la Primera y Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.

 

Ante este fracaso, que no es solo institucional sino de la humanidad misma, y de avanzada imperial, la sensibilización, la educación, la movilización social, las acciones de boicot a las empresas cómplices, la presión política y la solidaridad internacional se alzan como herramientas legítimas y necesarias para oponerse a la violencia. Acciones como la de la Flotilla Global Sumud, que partió de Barcelona desafiando el bloqueo para llevar ayuda humanitaria, entre otras, demuestran que los pueblos  no estamos dispuestos a resignarnos, nuestra lucha debe extenderse en lo referente al respeto consagrado de la autodeterminación de los pueblos y la defensa de su soberanía.

 

Hoy la exigencia es clara: El pueblo palestino nos ha dado un gran ejemplo de resistencia y dignidad y nos convoca a la unidad y a la movilización global.  ¡No más silencio, no más indiferencia.!  guardar silencio frente al genocidio es un crimen de conciencia. Nuestro deber es denunciar, movilizarnos y acompañar al pueblo palestino en su legítima resistencia.

 

La historia nos juzgará no por lo que pensamos, sino por lo que NO hicimos cuando la barbarie se presentó frente a nuestros ojos. Nos vemos en las calles el 7 de octubre de 2025.

¡Que viva la justa lucha del pueblo Palestino!

 

 

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Fuente:

•  ONU Noticias, “La destrucción del sistema de salud en Palestina: una línea vital en peligro para mujeres y niñas” (2025). Disponible en: ONU Noticias.

•  Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OHCHR), “Al borde: las mujeres en el Territorio Palestino Ocupado” (2025). Disponible en: OHCHR.

•  UNICEF (2025)

 

 

Comentarios: 1
  • #1

    Sergio Orlando Contreras Perugache (jueves, 04 septiembre 2025 20:27)

    Absolutamente pertinente este escrito. ¡Palestina libre ya!



 

 

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