¡LA MÁGICA SABIDURÍA DE ESOS LOCOS BAJITOS!

Por Francisco Javier Valencia

 

A principios de 1996, los colegios del país apenas estaban comprendiendo lo que significaba adoptar los Manuales de Convivencia, que reemplazaron a los antiguos “Reglamentos escolares”, lo cual significó toda una revolución en materia del reconocimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes. En mi condición de abogado asesor de instituciones educativas, tuve la fortuna de participar en dichos procesos, haciendo de mediador-conciliador de los intereses de los diferentes miembros de las comunidades educativas. En desarrollo de tal ejercicio 

me reservaba muchas horas para hablar con “esos locos bajitos” como popularizó el término Joan Manuel Serrat, inspirado en el humorista Gila; y de esas charlas, no podía salir incólume mi alma de poeta, cuyo resultado, sin ser infidente con lo que me contaban, sí pude recrear en una serie de poemas que titulé “Poesía para niños y adolescentes” (aún inédita), de la cual me da gusto compartir una muestra, que espero disfruten.

 

¡MIS AVIONCITOS!

 

Le confesé a Mamá

que eras tú

quien me regalaba

los avioncitos...

Le hablé del cuidado

y de la firmeza de tus manos

para doblar el papel

y transformarlo

Le dije

que tu primer avión

¡había sido mi mejor regalo!

¡No sé qué le pasó!

por un momento

sus ojos se aguaron

sacó la foto de Papá

cuando era aviador

me enseño los nombres

de los pilotos compañeros

cuando lo enterraron...

Me estrechó en su seno

 

me abrazó con fuerza

sobre mis hombros lloró

y me dijo

que te besara en la frente

cada vez

que de nuevo

¡me regalaras un avión!

 

Francisco Javier Valencia Olarte/mayo/1996.

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¡EL BESO PROHIBIDO!

 

Cuando lo vi llegar

mis labios se apartaron

de los suyos ...

le había dicho

que era como caminar

sobre las nubes ...

y ella, con un silencio

coqueto e inocente,

le devolvía a mis labios

el sabor de los algodones

de colores ...

¡Quedamos paralizados!

La mirada inquisidora

y el grito

nos llevó frente

al Señor Rector ...

Fueron miles

las preguntas

sin respuesta alguna ...

Que eso no se hace

que el exhibicionismo

que la moral

que el respeto

que el Manual de Convivencia ...

ya no recuerdo

el tropel de palabras

¡antes de la expulsión!

 

Pasados los años ...

todavía me pregunto ...

por qué no expulsaban también

a Papá y a Mamá,

a mi alegre profesora

al coordinador que nos pilló

y al mismo Señor Rector...

Si con mis propios ojos

varias veces los vi en las mismas ...

Si yo sé que todos ellos

también

y a su manera

han aprendido

a conjugar el verbo BESAR

¡en todos los tiempos!

 

Francisco Javier Valencia Olarte/mayo de 1996.

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¡MI COMPAÑERO IVAN!

 

Ahora

ya no le tengo pereza

a la escuela

Ahora

levantarme temprano

arreglar y planchar mi uniforme

más que unas tareas…

¡se han convertido en toda una fiesta!

Ahora

ya no le tengo pereza

a la escuela ...

¡Y me pregunto

¿Cuántos regaños

y cuántos castigos

me hubiera ahorrado?

si hace unos meses

hubieran admitido en la escuela

¡a mi compañero Iván!

 

Francisco Javier Valencia Olarte/mayo/1996.

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¡MI MAESTRA!

 

¡Hoy vino regañona!

Que la tarea

que los cuadernos

que siéntense bien

que bájense la falda

que pasen al tablero

que tienen uno (1) ...

¡Por Dios, cuántas cosas

en un sólo día!

Me dice Camilo

que lo que pasa

es que sufre mucho la profe

que no le alcanza la plata

que nunca le pagan a tiempo

que en su casa

ya no encuentra alegrías...

Para mí,

que la profe ya no nos quiere

que ya no le gusta enseñarnos...

que todavía

no se ha dado cuenta

que sus tristezas y sus alegrías

sus verdades y sus mentiras

y todo su ser

vertido en una clase

¡son las semillas de nuestras vidas!

 

Francisco Javier Valencia Olarte/mayo/1996.