FERLINGUETTI, 101 años de vida y contando
Lawrence Ferlinghetti es uno de los poetas más celebres de la generación Beat. falleció el pasado lunes 22 de febrero a los 101 años. Su legado: una obra excelsa y un trabajo editorial que da cuenta de todos sus contemporáneos y de la literatura universal más selecta. El escritor colombiano Pablo Estrada, gran conocedor de la obra de los autores beatnik nos regala una semblanza sobre este autor estadounidense, aún vivo.
La proporcionalidad inversa de Ferlinghetti
Por Pablo Estrada
Febrero 2021
Superado un inicial efecto Mandela, lo que sorprende de enterarse de la muerte de Lawrence Ferlinghetti (24 de marzo de 1919 - 22 de febrero de 2021), es que finalmente se consumara su pérdida, luego de tan prolongada existencia que sin embargo parecería insuficiente para todo lo que hizo y todo aquello de lo que era capaz.
Y es que si bien llama la atención su longevidad: en poco más de un mes cumpliría 102 años, igual que ocurrió con Ernesto Sabato (a quien le faltó un año para el siglo), o Nicanor Parra (cuya edad se antoja insuperable: 103 años), uno creería que semejante vida tan extensa no alcanza para lo que un genio de su talante puede aportar a la humanidad (no a la sociedad, sino a esa parte de ella que todavía posee esa condición).
En este punto cabe pensar en esa inversa proporcionalidad que atañe al poeta, traductor, periodista, editor y pintor estadounidense, nacido en la costa Este (Yonkers, Nueva York) y fallecido en la costa Oeste, en San Francisco, California, donde encontró un lugar para su realización personal y profesional… y he ahí la primera manifestación de esa relación de proporcionalidad inversa que le atraviesa. Otra tiene que ver con su pertenencia a la Generación Beat: de entre los ‘famosos’, podría considerarse el menos conocido, aunque para mí es el más señero poeta de esta generación (sin restar mérito a Ginsberg, Corso o Kerouac —y es que estamos hablando de los poetas, paradójicamente, más consagrados de la segunda mitad del siglo XX en Estados Unidos—).
Adicionalmente la contribución de Ferlinghetti a esa cofradía literaria que marcó la historia cultural de la época y que en adelante fue creciente hasta lograr establecer la más contundente influencia contracultural hasta el momento, fue definitiva para su consagración, ya que consistió en la labor editorial, gracias al cual la obra de los autores llega a los lectores, perdura en el tiempo e impacta en la sociedad.
Durante los primeros años de la década de 1950 fundó la librería y editorial City Lights (cuyo nombre es en homenaje a la película de Chaplin), en la cual se publicó el insigne Aullido y otros poemas de Allen Ginsberg como parte de la colección Pocket Poets Series: pequeña en tamaño, inmensa en contenido. En la editorial también figuraron aparte de autores asociados a la Generación Beat, otros importantes escritores estadounidenses como Charles Bukowski, Paul Bowles y Sam Shepard, extranjeros como Georges Bataille, Pier Paolo Pasolini y André Breton, o hispanohablantes como algunos poetas de esa otra cofradía —fundamental para la lengua castellana— que fue la Generación del 27 (Federico García Lorca, Jorge Guillén, Luis Cernuda y Rafael Alberti), Pablo Neruda, José Emilio Pacheco, Ernesto Cardenal, Juan Goytisolo y el propio Nicanor Parra. La librería también de modestas dimensiones proyecta una gran magnitud, ha sido oficialmente reconocida como “un hito que atrae a miles de amantes de los libros de todo el mundo debido a su fuerte ambiente de cultura y artes alternativas”.
Finalmente la proporcionalidad inversa que sinceramente espero se rectifiqué: se haga directa ahora que Ferlinghetti ya no está (y como lamentablemente suele suceder, que los grandes artistas sean conocidos más póstumamente que en vida, que su legado comience con su muerte), es necesario que se divulgue, se lea, se estudie, se traduzca, se publique nuevamente su obra y se amplíe y mantenga vigente su herencia literaria, editorial y cultural.
[a continuación cuatro versiones de un mismo poema: dos traducciones, la original y la lectura en voz del propio Ferlinghetti]
El mundo es un hermoso lugar
El mundo es un hermoso lugar
para nacer
si no te importa que la felicidad
no siempre sea
tan divertida
si no te importa un toque de infierno
de vez en cuando
justo cuando todo está bien
porque hasta en el cielo
no cantan
todo el tiempo
El mundo es un hermoso lugar
para nacer
si no te importa que algunos mueran
todo el tiempo
o quizás sólo pasen hambre
parte del tiempo
lo cual no es ni la mitad de malo
si no te toca a ti
¡Oh! el mundo es un lugar hermoso
para nacer
si no te importa mucho
unas pocas mentes muertas
en los puestos más altos
o una bomba o dos
de vez en cuandoen las caras vueltas hacia arriba
o algunas otras incorrecciones
de las que nuestra sociedad
de Marca Registrada
es presa
con sus hombres de distinción
y sus hombres de extinción
y sus sacerdotes
y otros patrulleros
y sus diversas segregaciones
e investigaciones parlamentarias
y otras constipaciones
de las que nuestra tonta carne
es heredera
Sí, el mundo es el mejor lugar de todos
para muchas cosas como
hacer la escena divertida
y hacer la escena de amor
y hacer la escena triste
y cantar canciones en voz baja y tener
inspiraciones caminar por ahí
mirando todo
y oliendo flores
y toquetear a las estatuas
y hasta pensar
y besar gente y
hacer bebés y usar pantalones
y agitar sombreros y
bailar
y nadar en los ríos
en picnics
a mediados del verano
y por lo general
‘darse la gran vida’
Sí
pero justo entonces en la mitad de todo
llega el sonriente
funebrero.
Traducción de Elvio Gandolfo © Poesía beat
(Antología bilingüe) (Buenos Aires: Ediciones Colihue, 2004)
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El mundo es un hermoso lugar
El mundo es un hermoso lugar
para nacer
si no te importa que la felicidad
no siempre sea
tan divertida
si no te importa un roce del infierno
de vez en cuando
precisamente cuando todo marcha bien
porque ni siquiera en el cielo
están cantando
todo el rato
El mundo es un hermoso lugar
para nacer
si no te importa que algunas gentes mueran
continuamente
o que tal vez sólo pasen hambre
con frecuencia
lo cual no está medianamente mal
si no te toca a ti.
Oh el mundo es un hermoso lugar
para nacer
si no te importa demasiado
que haya cabezas vacías
en los más altos cargos
o una o dos bombas
de vez en cuando
sobre tu cabeza
o algunas otras calamidades
que nuestras sociedad de Marca Registrada
padece
con sus hombres de distinción
y sus hombres de extinción
y sus curas
y otros vigilantes
y sus diversas segregaciones
y las investigaciones del Congreso
y otros estreñimientos
que nuestra carne estúpida
ha heredado
Sí el mundo es el mejor de los lugares
para un montón de cosas como
hacer divertidas tonterías
y hacer el numerito del amor
y hacer escenas dramáticas
y entonar canciones graves
y tener inspiraciones
y pasear
mirándolo todo
oliendo las flores
y tocando el culo a las estatuas
e incluso pensando
y besando a la gente y
haciendo bebés y usando pantalones
y agitando sombreros y
bailar
e ir a bañarse al río
con las meriendas
a mediados del verano
y en general
“pasándolo lo mejor posible”
Sí
pero entonces, justo en medio de todo esto
aparece sonriente el hombre
de la funeraria.
Versión: Demófilo © Lawrence Ferlinghetti Entre los poetas míos…
(Colección Antológica de Poesía Social Vol. 39: Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013)
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The world is a beautiful place
The world is a beautiful place
to be born into
if you don’t mind happiness
not always being
so very much fun
if you don’t mind a touch of hell
now and then
just when everything is fine
because even in heaven
they don’t sing
all the time
The world is a beautiful place
to be born into
if you don’t mind some people dying
all the time
or maybe only starving
some of the time
which isn’t half so bad
if it isn’t you
Oh the world is a beautiful place
to be born into
if you don’t much mind
a few dead minds
in the higher places
or a bomb or two
now and then
in your upturned faces
or such other improprieties
as our Name Brand society
is prey to
with its men of distinction
and its men of extinction
and its priests
and other patrolmen
and its various segregations
and congressional investigations
and other constipations
that our fool flesh
is heir to
Yes the world is the best place of all
for a lot of such things as
making the fun scene
and making the love scene
and making the sad scene
and singing low songs of having
inspirations
and walking around
looking at everything
and smelling flowers
and goosing statues
and even thinking
and kissing people and
making babies and wearing pants
and waving hats and
dancing
and going swimming in rivers
on picnics
in the middle of the summer
and just generally
‘living it up’
Yes
but then right in the middle of it
comes the smiling
mortician
From A Coney Island of the Mind © Lawrence Ferlinghetti (New York: New Directions, 1958)
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The world is a beautiful place
Pablo Estrada
Nació en Bogotá. Es Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia. Algunos de sus textos han aparecido en revistas, periódicos y antologías. Ha creado grupos y proyectos culturales como Superficies, el negacionismo poético, el grupo Caterva y la revista de cuento Aceitedeperro. Obras publicadas: El fuego en la herida (Caracas, Venezuela: El perro y la rana, 2012), Poetas que hay que morir, antes de leer (Monterrey, México: Universidad Autónoma de Nuevo León y Con las Uñas, 2013), Entre esto y aquello (Bogotá, Colombia: Senderos, 2015).
Los miércoles también llueve Vol.1 (Bogotá, Colombia: Favila, 2020) es su primera novela publicada y su más reciente libro.