Encuentro Regional por la Soberanía
Una apuesta del actual Gobierno Nacional en articulación
con las organizaciones sociales y comunitarias locales
La Participación y la organización popular para el empoderamiento ciudadano y la dignificación de las condiciones de vida de las comunidades. La Economía Local, el eje del centro del desarrollo sostenible para la nación.
Por Julio Enrique Cortés M.
Diciembre, 2023
Desde hace varios meses se viene implementando en Bogotá y varios municipios del país el proyecto denominado Encuentro Regional por la Soberanía, una propuesta impulsada desde el Gobierno Nacional del presidente Gustavo Petro con el objetivo de abrir un espacio para la participación y el diálogo con los diferentes colectivos y organizaciones sociales y comunitarias de las localidades y de esta manera lograr establecer unas estrategias que contribuyan a la lucha contra el hambre que padecen las comunidades, tanto el mundo urbano como rural. “En Colombia, aunque no se tienen datos recientes, el panorama es desalentador, pues es claro que el hambre ha galopado en estos tiempos difíciles, llevando a que más de la mitad de sus habitantes no tengan el alimento suficiente para garantizar la vida y que otro tanto apenas si pueda probar”, señala Edgar Suárez, uno de los promotores de esta iniciativa.
Se trata entonces de una convocatoria alrededor de las ollas comunitarias que van transitando e integrando los barrios y veredas del país. Es un encuentro abierto en los territorios que busca generar un diálogo, un intercambio de saberes y experiencias con la gente. Dicha propuesta de carácter comunitaria viene organizándose desde lo local y se constituye en una apuesta política en defensa de la vida, la soberanía y de la dignidad humana. “Por ello hemos puesto el fogón y el cariño en este empeño de abonar el mandato y los afectos para activar un cambio sostenible, preparado en nuestras cocinas y en el fuego de nuestro saber y de nuestro hacer, manifiesta uno de los participantes de dicho proceso.
En estos encuentros regionales por la soberanía se han podido escuchar y conocer las diversas posturas y propuestas de la gente abordando asuntos fundamentales como el uso y potencial de las semillas, la articulación con el mercado campesino, la puesta en marcha de alternativas que favorezcan la disminución de los costos en los alimentos, el impacto de los megaproyectos urbanísticos y de infraestructura vial en los territorios, y en general acerca de cómo se fortalece una política pública de lucha contra el hambre. Está claro que dichos objetivos requieren de la participación efectiva de los colectivos y organizaciones comunitarias que vienen construyendo propuestas que refuercen la economía familiar, campesina y popular en los territorios.
Estos encuentros por la Soberanía Alimentaria y de Economía Local Popular se han realizado en espacios como el efectuado el 23 de noviembre en las instalaciones de Universidad Nacional en Bogotá, Plaza Che; el del 25 de noviembre en el Barrio los Olivos, parque principal, localidad de Techotiva (Kennedy); el 25 de noviembre en la Cuenca media del Tunjuelo (Plaza indígena campesina de San Carlos); el 26 de noviembre en la Plaza Fundacional de Bosa; el 26 de noviembre en Choachí, escuela Laureano Gómez, y el que se efectuó el pasado 16 de diciembre en el colegio Inem de Kennedy, “buscando celebrar esta navidad desde la solidaridad de nuestro camino”.
Otro de los gestores de esta iniciativa de las ollas comunitarias para el diálogo sobre Soberanía Alimentaria” expresó: “compartiremos el alimento con el fin de continuar el diálogo entre las prácticas del diverso entramado social que ha tenido como horizonte la soberanía alimentaria en estas tierras y de retomar, desde los saberes y las experiencias, un mandato colectivo que sume al sentido político de la juntanza y establezca caminos para el diseño de acciones y políticas que amplíen la autonomía de los procesos sociales en campos y ciudades”.
Es importante señalar que en dichos encuentros regionales por la soberanía se ha enfatizado también en reivindicar la autonomía de las comunidades y las poblaciones en sus territorios, en valorar y proteger la biodiversidad, así como en la necesidad de que se propicie una articulación e interlocución con el Gobierno Nacional y las instituciones y los gobiernos locales para garantizar alimento saludable y consciente para toda la población.
“En los Encuentros llevados a cabo por el Gobierno Nacional en las localidades del occidente de la ciudad, los voceros y voceras de organizaciones sociales fueron reiterativos en exigir la activación de la agenda política para el fortalecimiento de la economía popular establecida en el Plan Nacional de Desarrollo. Lo anterior incluye ampliar líneas de crédito y establecer Alianzas público populares, entre otras políticas”.
En respuesta a estas demandas populares, el Presidente de la República, Gustavo Petro, además de subrayar la urgencia de reconocer y fortalecer estos sectores, hizo un llamado a conformar mesas locales de economía popular que, desde el territorio y desde la necesidad de los actores de esta economía, empiecen a gestionar los cambios necesarios para articular las políticas desde lo local frente a problemáticas puntuales que surgen en el día a día de las trabajadoras y trabajadores de la economía popular. “El actual gobierno ha establecido como objetivo principal garantizar el derecho humano a la alimentación en el país. Para ello se plantea juntar esfuerzos para mejorar el acceso, la disponibilidad y la adecuación de los alimentos, no solo mediante la articulación con las distintas instituciones a nivel nacional y territorial a su cargo, sino con la participación de la sociedad en su conjunto”, agrega Edgar Suarez.
En otro de los documentos consultados se hace referencia a la importancia de que se consolide el programa Hambre Cero en diálogo con los diferentes actores populares, tenderos, huertas, ollas comunitarias, medios de comunicación populares, entre otros para que las estrategias de transformación de las problemáticas que afrontan las comunidades sean implementadas teniendo en cuenta las particularidades de lo local, las necesidades y contextos de los territorios y comunidades y pensando siempre en la sostenibilidad de los procesos. Esto implica por supuesto pasar de una política asistencialista a un plan de empoderamiento de la ciudadanía.
Todos sabemos que somos uno de los países más desiguales del mundo y que el problema del hambre y la falta de oportunidades en nuestros territorios es evidente. Los efectos del cambio climático, los Tratados de Libre Comercio y la importación de alimentos y de insumos, así como el incremento generalizado a nivel mundial en el costo de la vida nos obliga a crear alternativas de desarrollo y de fortalecimiento de las economías locales y populares.
En este contexto, es necesario que las organizaciones sociales y comunitarias sigan su propósito de crear procesos, tejidos y experiencias que afiancen “el acervo popular de la lucha por la alimentación consciente y la defensa del territorio. En esta iniciativa de valoración y promoción de acciones territoriales en pro de la soberanía alimentaria, la autonomía y la autogestión, convocamos a colectivos agroecológicos, procesos de huertas escolares, ollas comunitarias, procesos comunitarios de producción de alimentos y abonos orgánicos, cocinas populares, custodios de semillas, mercados agroecológicos y campesinos, organizaciones campesinas y de economía solidaria, medios populares de comunicación, redes de economía popular y demás entramados comunitarios.
Este encuentro se realizará en el marco del reconocimiento de las organizaciones populares y su espíritu de participación y acción, por ello se harán en el marco de la construcción de Alianzas público populares. Sobre estas Alianzas el Plan de Desarrollo, Colombia potencia mundial de la vida, define que: “Por mucho tiempo la población colombiana en campos y ciudades ha buscado una inclusión que no es solo económica, sino de su capacidad de participar activamente en la conformación de la nación. Los sectores populares y sociales no son solo beneficiarios del desarrollo, como se ha visto tradicionalmente, son por el contrario actores de primer orden en la conformación social, cultural y económica del país.
Por último es fundamental nombrar y felicitar a los hombres y mujeres que han sido los protagonistas y actores comprometidos en este caminar de la palabra y de la acción colectiva en defensa de una política de Soberanía Alimentaria: Huerteros y huerteras del territorio, procesos de comunicación popular, ollas y comedores comunitarios, bancos de semillas, productores de fertilizantes orgánicos, organizaciones políticas y ambientales del territorio, mercados orgánicos y campesinos, procesos de educación ambiental y popular, organizaciones campesinas y de economía solidaria, productores de abono orgánico, redes de la economía popular, experiencias agroecológicas.
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