El Costurero de la memoria

 

RENACER, PERDONAR Y RESISTIR A TRAVÉS DEL TEJIDO

 por María del Pilar Lugo 

Febrero, 2020

 

 

En los últimos meses, Colombia ha revivido una de las más cruentas masacres dirigidas a líderes sociales, indígenas, docentes, entre otros. Esto, sumado a una gran indiferencia, tristemente nos define como un país sin memoria. 

Aun así, madres anónimas luchan entre la adversidad, buscando verdad y justicia ante la ausencia de sus familiares. En ese trasegar conozco a Cecilia, una mujer sonriente, amable, de ojos brillantes, claros y con muchas historias que contar; Una de ellas, la de ser víctima de falsos positivos, al perder a su hermano: Mario Alexander Arenas Garzón, de 32 años asesinado de manera extrajudicial en el año 2008.  Ante este hecho, impotencia y tristeza recorre mi cuerpo, pero escucho con sorpresa que no es la única historia vivida por Cecilia. La inseguridad e impunidad también les arrebataron a su hijo mayor, su sobrino, su primo y su papá. Estas a su vez en consecuencia, apagaron el corazón de su mamá, quien no resistió tantas partidas violentas, tan seguidas, las que desafortunadamente no paran y se replican en cada rincón de nuestro país.

"…¿Por qué yo? …me ha tocado a mí ir a reconocer los cuerpos, …estar presente, ser la cabeza principal de todos estos muertos…" 

Buscar la verdad frente a la injusticia, ante la vulnerabilidad y condición social propia, llegar a ser en numerosos casos, causales de olvido y dolor de muchas de las víctimas afectadas. Esto hace que el verbo perdonar, esté cada vez más oculto dentro de los corazones de quienes han vivido el flagelo de la violencia y la muerte.

Cuando el odio hacía más honda presencia en la vida de Cecilia, su cuerpo empezó a enfermar, su mente empezaba a transmitir un luto que no permitía que el hogar fuese más que un cementerio. No había lugar para la música y llegaba a olvidar la presencia de sus hijos, aún menores. Este trance hace ver en ella que las cosas no podían llevarse a ese nivel, por más doloroso que fuese. Allí empieza un renacer en el arte.

Por medio de la Organización Minga, llega la invitación a todas las madres víctimas de estas pérdidas, inicialmente son convidadas a hacer de la escritura, un medio para evocar recuerdos y vivencias,  éstos,  luego pasarían a papel periódico con colores, para contar finalmente, a través de la aguja. Esa misma que en su niñez aprendía a remendar, poner una cremallera, dobladillos y arreglar un pantalón.

Cierto escepticismo invadió las primeras reuniones experimentales, pero hermosas telas tejidas sobre retazos simples y en las que se podrían recrear sus historias, hace nacer bajo esta línea de trabajo en el año 2012: El Costurero de la Memoria: Kilómetros de vida y de memoria, donde cada jueves, víctimas del conflicto, podrían recrear y sanar por medio del tejido, las más difíciles situaciones que pasaron años o meses atrás.

Esta resistencia, ha logrado mostrar sus casos desde un punto de vista diferente, sin política, sin re victimizar y como manera diferente de exigir justicia. Saber que se puede comunicar y visibilizar a través de la aguja; también,  aprender a vivir con la ausencia, que este año, conmemora 12 años de las desapariciones extrajudiciales mencionadas.

“...Mi lucha es por buscar una verdad y poder trabajar lo que es limpieza y sanación del corazón,  aprendiendo a perdonar desde adentro hacia afuera,  aprendiendo a ser una sanación completa para poder hablar de perdón,  de conciliación de reconciliación y llegar, a un camino hacia la paz…"  

En El Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, pueden encontrar las telas tejidas del El Costurero de la Memoria: Kilómetros de vida y de memoria, podrán ver plasmadas las más conmovedoras y bellas historias relatadas desde el silencio y el dolor de madres víctimas de falsos positivos de Soacha (MAFAPO), quienes entre chuzones en sus dedos, dieron vida a una de las propuestas más innovadoras y sanadoras en nuestro país. Actualmente Cecilia asiste y dicta talleres a personas que se encuentren interesadas en hacer sanación en sus vidas por medio del tejido, la pueden encontrar en el número 3138130767.

Hoy su vida transcurre aun, dando la cara frente a lo vivido, luchando y sin temores, ve la vida de una manera diferente, positiva y culmina nuestra conversación con su sonrisa diciendo: “lo más bonito que puede haber, es tomar el arte como sanación, es recoger el arte, es hacer memoria, desde el fondo del corazón“.   



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