El actor resiste, lucha y se mantiene en tiempos de crisis

Por Ángela Patricia Correa Villamizar

Septiembre, 2021

 

El pasado 28 de mayo un país entero se levantó y dijo: “No” a la reforma tributaria. Este grito desesperado de miles de colombianos por hacer sentir su inconformismo ante un gobierno indolente y poco preparado, llevó a que los artistas de todos los rincones del país sacaran su mejor arma para visibilizar ante el mundo entero lo que ocurría, pues no solo se marchaba en contra de una reforma; se marchaba por el derecho a la educación, a la salud, al aumento en el salario mínimo. Se alzó la voz en nombre de los que lucharon en otra oportunidad y ya no están con nosotros. En palabras más resumidas, se marchó por la vida y la dignidad humana. Y fue, desde ese día, que los artistas se unieron para perpetuar con sus maravillosos talentos, los hechos ocurridos hasta el día de hoy en el país. Créanme, queridos artistas, que, aunque pinten las paredes de gris una y otra vez, los corazones de millones de colombianos están agradecidos por su valiente labor y eso, ni la mano del tiempo lo podrá borrar.

 

Pero… ¿por qué menciono lo anterior si mi reseña debe de ir dirigida meramente al teatro? pues apreciados lectores, con mi apunte solo quería recordarles que si bien el artista no puede cambiar al mundo por lo menos hará de él un lugar más apacible en el cuál desees vivir, por eso debemos valorar cada uno de sus actos.

 

A continuación, les hablare de tres magníficas obras teatrales que sin duda alguna los hará desear estar en primera fila la siguiente función.

 

 

Río Ánimas "La historia de amor más grande del mundo":

Desde Norte de Santander, la compañía teatral Casa teatro Cúcuta bajo la dirección artística de la licenciada en teatro Nancy García nos trae esta maravillosa obra escrita por el dramaturgo Edeberto “Pilo” Galindo y dirigida por el mexicano Uriel Bravo. Obra que ganó el Premio Nacional de Dramaturgia Mexicana Víctor Hugo Rascón Banda en el año 2008. Su concepto parte del formato de una radionovela que transmite y se va escenificando paulatinamente. David y Elida son los protagonistas de esta historia de amor que, si bien es algo fantasiosa, surge sobre un hecho real, como lo fue la prolongada sequía que vivió el estado de Chihuahua, en la región de Batopilas. 

 

Con una duración de 65 minutos, Río Ánimas “La historia de amor más grande del mundo”, nos muestra la tristeza, desesperanza, desolación; el abandono no solo estatal sino al parecer del mismísimo Dios. La marginación social de un pueblo entero que seguramente no necesitaba de balas que atravesasen sus cuerpos para ya estar muertos. ¿Puede acaso el amor triunfar sobre todas estas adversidades?

 

Si deseas averiguarlo puedes contactarte al teléfono 320 307 3706 o al correo electrónico: oficasateatro@gmail.com, allí tendrás más información sobre su siguiente función. 

 

 

Escuela se escribe con “H”

La actriz de Eleutheria; teatro fuera de tiempo, Carolina Pedroza Ruiz encarna a una joven adolescente que debe enfrentar a diario diversos obstáculos para poder asistir a la escuela y recibir de forma oportuna sus estudios; aún así, la vida no siempre es justa para una persona de estrato bajo que no puede llegar a tiempo al aula de clase. ¿Y qué ocurre cuando esto sucede? Bueno, algunas veces solo es un llamado de atención, otras tantas, se reduce a una anotación en la hoja de vida del estudiante y otras veces, en el peor de los casos, se le prohibirá ingresar al aula. ¿Podemos entender lo meiótico del asunto? Sí, seguramente podemos llegar a ser el personaje de esta obra por un breve momento y recordar aquel día de antaño, en el que por atender aspectos del hogar que ciertamente no nos competían llegamos tarde a clases y se nos prohibió asistir a la misma. Será difícil ignorar la majestuosidad y el ímpetu con que Carolina interpreta su personaje. Algunas veces nos pondrá a reflexionar y otras tantas esbozará breves sonrisas en los espectadores. Al final, solo al final, nos dará a todos una gran lección de gramática y cultura general.

 

Escrita y dirigida por Édgar Rodríguez Cruz, esta magistral obra de teatro de presentación, permite encarnar una realidad que viven millones de infantes colombianos en el día a día. 

 

Para las siguientes funciones se pueden contactar al teléfono 322 822 2306 o seguirla en sus redes sociales Facebook e Instagram @Caperu Linaiz.

 

 

Pan de mía

Esta ultima reseña mis queridos lectores va acompañada de una anécdota muy personal. Durante los primeros meses de la pandemia, muchos de nosotros acatamos la orden que llegó desde la mismísima Organización Mundial de la Salud, y por esta razón nos quedamos en casa, asumiendo en ese entonces que el mero contacto con el aire que compartían otros seres humanos podría de inmediato arrebatarnos la vida. Así pasaron las horas, los días y aquellas primeras semanas que en un principio se hacían eternas, y en donde la única forma que teníamos de contacto con el mundo exterior se encontraba a través de nuestras herramientas digitales. Fue allí donde encontré al gran Puchini, como se hace llamar artísticamente. Andrés Portilla Ortega y su pequeño hijo estaban frente a mí, en una diminuta pantalla, demostrándome que allá afuera, el mundo seguía siendo hermoso y dándome muchas razones más por las cuales debía seguir haciendo arte. Ahora bien, este ingenioso hombre, artista, creador y director de escena nos trae en esta ocasión una obra que sin mencionar palabra alguna le recuerda al mundo cómo a pesar de que somos artistas, sobre todo se es ser humano. Nos enseña a sonreír a través de la mirada y a agradecer a través del aplauso. 

 

La puesta en escena recrea a través del clown a un malabarista, musico y artesano que con grandes maniobras intenta captar la atención de la audiencia, pero al final y por un descuido de bioseguridad sus intentos son vanos.

 

Si desean conocer más del trabajo personal de este maravilloso artista, lo pueden contactar al teléfono 301 697 1612 o seguirlo en sus redes Facebook y YouTube: Colectivo artístico el profe de arte.