Día Internacional del Teatro

Por Luna Vera

Marzo, 2021

 

Un saludo a los hermanos(a) de la escena, amigos(a) del Teatro, Trashumantes de la vida, Juglares Cósmicos, Quijotes y Cómicos de la Lengua. Un saludo en ARTE, VIDA, SUEÑOS y espíritu.

 

Celebramos la ¡VIDA!, desde el silencio, el TEATRO es vida. Es la urdimbre que extiende sus hilos invisibles y se enraízan en lo más profundo de la verdad. El teatro ilumina el espíritu, la mente, pero también trasgrede, perturba, provoca.

 

El TEATRO está ahí para recordarnos en estos tiempos de incertidumbre, de confusión, de zozobra, de miedos estamos hechos de huesos, de sangre, arterias, de piel, y desde el silencio las voces del TEATRO se elevan y claman por la VIDA, por la dignidad. El teatro está allí donde la mirada está prohibida, donde crecen los muros, está allí en el silencio y en las sombras.

 

Este es un llamado a los combatientes de la verdad, a la tropa de actores y actrices comprometidos con su tiempo. Para alzar la voz y dar un  grito desde las entrañas, que pueda derribar los muros del silencio, la indiferencia, la apatía de un estado indolente ante la VIDA, la crisis social, ambiental, Artística-Cultural.

 

El drama y la tragedia lo viven en tiempo real los artistas, en los diferentes territorios de nuestro país. La crisis evidenció el estado de vulnerabilidad y emergencia en el que se encuentran. El teatro es presencia y esencia, requiere el contacto con el otro. El teatro se ahoga en medio de la niebla que se desató el año pasado; muchos grupos y sedes no volverán a levantar el Telón.

 

Estos tiempos de desazón, me recuerdan la obra del dramaturgo y director de teatro venezolano Rodolfo Santana “La empresa perdona un momento de locura” La obra cuestiona el abuso, la manipulación psicológica y el poder en las altas jerarquías de cualquier institución. Es una metáfora sobre las etapas oscuras de nuestras sociedades.

 

Necesitamos reponernos, tomar energía espiritual para hacer frente a los embates de estos tiempos convulsionados, pero también necesitamos coraje, indignación, firmeza, necesitamos molestia y persistencia.

 

El Teatro tiene una misión, espiritual, humanista. El Teatro es pensamiento, reflexión, catarsis, latido, arteria, acción, sonido, palabra, verdad y vuelo. El teatro necesita un soplo de AIRE para resurgir como manantial sagrado de la escena.

 

¡Que viva el teatro en persistencia y resistencia permanente!

 

 

“Yo no escribo por amor, sino por desasosiego; escribo porque no me gusta el mundo donde estoy viviendo”

José Saramago

 


Fotografía Ditirambo
Fotografía Ditirambo

Por Édgar Rodríguez Cruz

marzo, 2020

 

Los seres humanos somos comunicación y cultura, siempre estamos expresando, interactuando, sintiendo, reflexionando; como si estuviéramos en una constante función existencial. Esa condición humana hace del Teatro una de nuestras artes más profundas y sublimes, además, por su capacidad empática, nos permite entender a los demás haciéndonos mejores seres humanos, nunca seremos los mismos después de experimentar una puesta en escena. De Teatro salimos siendo otros.

 

Hoy, en medio de esta coyuntura geopolíticamente covidiana de retiros y enclaustramientos, marcada por la despedida del maestro Santiago García cuyo legado permanecerá en la historia del Teatro Latinoamericano, conmemoramos el Día Mundial del Teatro.

 

A todas las personas que han dedicado su vida al Teatro, personas que se la han jugado por las tablas y la creación, a ellas nuestra más profunda admiración y agradecimiento.

 

¡Salud!

Quira Medios

(Andrés, Édgar, Esteban, María del Pilar, Marcela)

Casa del Teatro Nacional, fotografía Facebook
Casa del Teatro Nacional, fotografía Facebook

PAOLA GUARNIZO

Teatro Estudiol Alcaraván - Casa Tea


LUNA VERA

Trashumante Teatro

¡FELIZ DIA  INTERNACIONAL  DEL TEATRO!

Hermanos y hermanas de la escena, amigos del Teatro, trashumantes de la vida, juglares cósmicos,  un saludo en Arte, Vida,  Sueños.

Desde el silencio,  desde el confinamiento  celebramos la ¡VIDA!, el TEATRO es vida.  Es  la urdimbre que extiende sus hilos invisibles y se enraízan en lo más profundo de la verdad.  El teatro ilumina el espíritu, la mente,  pero también trasgrede, perturba, provoca. 

El teatro está ahí para recordarnos en estos tiempos de incertidumbre,  de zozobra,  de miedos  que estamos hechos de huesos, de sangre, de piel, y desde el silencio las voces del TEATRO claman por  la VIDA. 

El teatro está allí donde la mirada está prohibida, donde crecen los muros, está allí en el silencio y en las sombras…  Entonces basta una palabra, un gesto, un movimiento y surge la luz y la VIDA. 

El TEATRO seguirá batallando en la arena de las ideas con el poder opresor. 

¡Que viva el teatro en persistencia y resistencia permanente!

Les comparto el mensaje de Shahid Nadeem / Dramaturgo, director de Teatro, periodista, activista Paquistaní.

Mensaje del Día Mundial del Teatro 2020 (27 de marzo) *

 

Shahid Nadeem (Pakistán)

 

El teatro como santuario

 

Al final de una representación de la obra de teatro de Ajoka sobre el poeta sufí Bulleh Shah, un anciano, acompañado por un niño, se acercó hasta el actor que había interpretado el papel del gran sufí. "Mi nieto no se encuentra bien, ¿podría bendecirlo?", dijo. El actor se sorprendió y contesto: "No soy Bulleh Shah, solo soy un actor que interpreta el papel". El anciano entonces contestó: "Hijo, no eres un actor, eres una reencarnación de Bulleh Shah, su Avatar".

De repente, se nos ocurrió un concepto completamente nuevo de teatro, donde el actor se convierte en la reencarnación del personaje que interpreta.

Explorar historias como la de Bulleh Shah, historias como ésta existen en todas las culturas y pueden convertirse en un puente entre nosotros, los creadores de teatro, y una audiencia desconocida pero entusiasta.

Mientras actuamos en el escenario, a veces nos dejamos llevar por nuestra filosofía del teatro, en nuestro papel como precursores del cambio social a veces dejamos atrás a gran parte de la comunidad.

En nuestro compromiso con los desafíos del presente, nos privamos de las posibilidades de una experiencia espiritual profundamente conmovedora que el teatro puede proporcionar.

En el mundo de hoy donde la intolerancia, el odio y la violencia están en aumento, nuestro planeta se está hundiendo cada vez más en una catástrofe climática, necesitamos reponer nuestra fuerza espiritual.

Necesitamos luchar contra la apatía, el letargo, el pesimismo, la avaricia y el desprecio por el mundo en que vivimos, por el planeta en el que vivimos.

El teatro tiene un papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga en un abismo.

El teatro puede convertir el escenario en un templo, el espacio de actuación, en algo sagrado. En el sur de Asia, los artistas tocan con reverencia el piso del escenario antes de pisarlo, una antigua tradición en la que lo espiritual y lo cultural estaban entrelazados.

Es hora de recuperar esa relación simbiótica entre el artista y el público, el pasado y el futuro. Hacer teatro puede ser un acto sagrado y los actores pueden convertirse en los avatares de los roles que desempeñan.

El teatro tiene el potencial transformador de convertir la escena en un santuario y ese santuario en un espacio de actuación.


Fotografía TOC, https://totbogota.wordpress.com/
Fotografía TOC, https://totbogota.wordpress.com/

NICOLÁS GONZÁLEZ GUTIÉRREZ

Asociación Cultural Trastorno Obsesivo Teatral

En el día internacional del teatro…

 

Si normalmente quienes hacemos teatro somos proscritos, en este 2020, las circunstancias mundiales nos han ungido con una doble maldición. Hace un par de días estábamos luchando por no estar solos en las salas de teatro.  Hoy las salas están clausuradas y nosotros, aislados.  El dulce y amargo arte de la vida ahora -literalmente- es el arte de la supervivencia y del equilibrio mental (un lugar bastante común).  Aquí estamos, a puerta cerrada (como la obra de Sartre) ensayando textos postergados, entrenando cuerpos ansiosos, monologando sin descanso como Hamlets en cuarentena…  Actuando. 

 

Hemos sido lanzados a protagonizar un intenso acto con final difuso, que no requiere aplauso y cuyo público no somos más que nosotros y los nuestros.  La sala ahora es el escenario y el conflicto es ese sentimiento de querer hacer teatro y no poder hacerlo (no como quisiéramos). Ahora somos aquellos enajenados de la caverna de Platón, anhelando ese momento de salir directo a las tablas a compartir esos ideales acumulados.

 

En este día del teatro yo les digo: son tiempos oscuros, muy oscuros, pero nuestro amor por el oficio será esa energía que vuelva a encender los reflectores…Y serán muchas las almas rotas que tendremos que sanar…

 

27 de marzo de 2020


CAROLINA PEDROZA RUIZ

Eleutheria, Teatro Fuera de Tiempo

 

Feliz día del instante

Fotografía Kioskoteatral http://www.kioskoteatral.com/el-ultimo-minotauro-2/
Fotografía Kioskoteatral http://www.kioskoteatral.com/el-ultimo-minotauro-2/

Está mañana recordaba felicitarme por el día del teatro en voz alta, cuando mi hija responde; “pero es el día del teatro no del actor”, a lo que jocosamente contesté, ¿Entonces yo no soy teatro?

La pregunta rondando en mi cabeza llevaba consigo un análisis a los elementos del teatro y a su esencia. Yo soy Carolina Pedroza Ruiz, llevo ejerciendo el arte escénico hace ya veinte años, actualmente miembro de Eleutheria, Teatro Fuera de Tiempo. Desde allí soy este momento. Desde allí soy, fuera de tiempo, más allá de él, porque el teatro como arte vivo existe latente en cada uno de los instantes, esté o no abierta la sala, vive en la memoria de quién lo vio, del que lo compartió, del que lo realizó, del dramaturgo, del que lo actúa, del que abre la puerta, de quién sirve el tinto, del que transporta equipo y escenografía, en fin.

Más allá del tiempo, vivo en el instante mismo, existe el teatro, resistiendo, adaptándose, con temporadas virtuales en cuarentena, pero sin dejar de lado la efervescencia de emociones que retorna al mundo convertidas en arte. Todas sus experiencias tomadas de la vivencia del humano a través de los siglos, desde la búsqueda de comunicación primigenia, revelando secretos, temores, enfrentándose a sí mismo, construyéndose mediante lenguajes que han dado vida escénica al saber del otro en favor de una comprensión holística de la información transmitida. Teatro, simplemente teatro.

Entonces si soy este momento, soy parte de este mundo, como una de sus células; Soy teatro.

Sí, soy actriz, y también he servido el tinto, abierto la puerta, repartido volantes, cargado escenografía, como la mayoría, si no todos los que hacemos teatro. Por eso desde un Teatro Fuera de Tiempo hago extensa la felicitación a todos los que aportamos a este universo instantes más grandes que el tiempo, que hacemos del teatro un arte vivo y vigente, porque el teatro está hecho de instantes y cada uno de nosotros hacemos parte de él.

(Un instante fantástico de más de cincuenta años ha sido el ejercicio del maestro Santiago García, por ejemplo. Aunque su cuerpo ya no ronda en el teatro La Candelaria su alma y su gestión seguirán perennes. Felicitaciones y gracias por siempre.)


RODRIGO RODRIGUEZ

Ditirambo Teatro

No sé qué celebramos ¿El día  del no teatro? ¿Con las salas cerradas? ¿Sin trabajo y endeudados? ¿El anodino decreto 475? ¿Los meses de arriendo atrasados? ¿Pertenecer a la cámara de comercio sin hacer comercio? ¿Pensiones para artistas de 80 mil pesos si se declaran en extrema pobreza, sin seguridad social? ¿Utilizados en campañas políticas y luego en el olvido? Hacemos miles de cartas que ni contestan, ahogados en nuestros propios egos, ese no es el legado de Santiago García, ni de Jairo Aníbal Niño, ni de Enrique Buenaventura... claro no perdemos la esperanza... Este gobierno utilizó desde el plan de desarrollo el sector de la creatividad, como disculpa para transferirse 450 mil millones  distribuidos en el sena, fondo nacional de garantías, Bancoldex, etc y pagar la financiación de la campaña al señor de los bancos, bien si algunos pocos se benefician de un crédito blando... García  es patrimonio inmemorial, eso no es prenda para un banco... Si ya veníamos de muerte lenta luego de la pandemia ¿cómo quedaremos de esclavizados en deudas?... ¿Celebrar qué? Hace meses propuse el cambio de nombre al Colón, empecémosle a llamar Teatro Santiago García con o sin decreto del ministerio, el miedo nos habita, que este encierro nos ayude a recuperar un poquito de dignidad, beligerancia y como tarea la construcción de un nuevo país cultural...

Fotografía, Galería Ditirambo Teatro, https://teatroditirambo.com/galeria/
Fotografía, Galería Ditirambo Teatro, https://teatroditirambo.com/galeria/

CHAROL GUALTEROS

Licenciada en Psicología y Pedagogía de la Universidad Pedagógica Nacional e integrante del Grupo Representativo Institucional del Taller de Poesía Ulrika UPN-RELATA.

“Todo es susceptible de la compra venta y los seres dejaron de llamarse humanos para denominarse emprendedores.

Es impresionante escuchar la gente que todavía se hace ilusiones con el emprendimiento,

que como dice Boaventura Do Santos es el glamour del neoliberalismo.” 

 

Patricia Ariza

 

El teatro una vez más nos da una lección, la libertad humana, regresar a ella, como sostiene la dramaturga, poeta y activista política Patricia Ariza en su artículo El papel del arte frente a la pandemia publicado el pasado 23 de marzo. Recrea históricamente como la modernidad ha desdibujado el papel creador de la cultura y sus posibilidades para volver a lo humano. Además de la separación tajante de la tierra y la exclusión de lo femenino.  

Nos narra como a través de la expropiación, el bienestar que se puede pagar y el valor económico proporcionado a cada sujeto han convertido la sociedad en la sombra de un cadáver sostenido desde lo más fantasmagórico de la muerte: la vida como un espectro económico. Además, menciona el mundo como una urdimbre, y la neurociencia, la física cuántica y la mimesis como aliadas para hallar el cuerpo valioso del arte. Mi invitación es a leer este artículo y sostenerlo como un lente en nuestras practicas cotidianas. 


SARA JIMÉNEZ NIETO

Teatro Villa Mayor

29 años, caleña, artista, salsera, gestora cultural, economista y amante del chocolate

El mundo teatral, es un mundo majestuoso, es un mundo infinito que se niega a desaparecer, un mundo tan conocido como tan inexplorado por muchos.

Ciertamente nuestro universo físico, como lo conocíamos hasta hace poco, empezó a girar de otra manera; puso en jaque nuestro estilo de vida y su ritmo. Para mí, actriz empírica, gestora cultural de un Teatro de Bogotá y amante de las artes, ese es el mundo escénico: un mundo pausado, un mundo lento, un mundo que nos invita a vivir, a sentir y a ser conscientes de cada fibra de nuestro yo, de nuestra colectividad. Es como si al habitar la escena, la incertidumbre se apoderara de cada centímetro del espacio que tenemos, nos humaniza porque nos lleva al conocimiento de la historia, a la reconciliación, a enfrentarnos con los demonios del ser humano para volvernos más humanos.

En suma, el escenario nos permite dejar de encontrarnos, para comenzar a crearnos y entonces nos mezclamos por igual, de la misma forma como el universo empezó a comportarse hoy y nos tiene viviendo a todos los seres humanos como iguales, un mundo casi perfecto, sin raza, condiciones sociales, ni religiones o partidos políticos: un mundo escénico.

Gracias a dramaturgos, productores, directores, actores, luminotécnicos, sonidistas, tramoyistas, gestores y asistentes de la escena por continuar propagando este mundo lleno de magia. 

Que este telón nunca se baje pese a los enemigos que se halla podido encontrar en el camino, como recortes de presupuesto, falta de garantías, deudas etc… El poder de nuestra colectividad es mayor y seguiremos con la esperanza viva y uniremos esfuerzos alrededor de la consolidación e implementación de proyectos culturales y artísticos de calidad para un mundo cada vez más humano.

¡Feliz Día Mundial del Teatro!