La época de oro del cine mexicano y sus repercusiones

Por Manuel Cuautle*

Mayo, 2021

 

 

Las películas de la llamada Época de Oro, salvo escasas excepciones, profundizaron temas como el racismo, clasismo, misoginia y discriminación en México y en el resto de los países del continente que eran grandes consumidores del cine mexicano.

 

En este periodo, mientras se desarrollaba la llamada Segunda Guerra Mundial, la industria mexicana creció con mucha fuerza y calidad cinematográfica en todos sus aspectos: actuación, escenografía, vestuario, fotografía, dirección y guion. Podemos mencionar entre su vasta lista de producciones: Macario (1959), Dos tipos de cuidado (1952), Tizoc: Amor indio (1957), Los olvidados (1950), El rey del barrio (1949), Salón México (1948), Nosotros los pobres (1947), Comisario en turno (1949), Yo quiero ser tonta (1950), La virgen morena (1942), Vuelve Pancho Villa (1950). Se editaban de 120 a 135 películas por año, abarcando principalmente las décadas de los 40s y 50s y parte de los años 60s del siglo pasado. 

 

En este cine de la Época de Oro, entre distintos aspectos, se sobrevaloró tanto lo criollo español que, por ejemplo, las comunidades de grupos originarios tienen por identidad cultural, música, baile e indumentaria, tradiciones que son plenamente criollas, principalmente del siglo XIX. Toda esta construcción se relaciona en gran parte con lo que hicieron españoles nacidos en México y exiliados de la guerra civil, como directores, actores/actrices, fotógrafos o guionistas, ya que la plasmaron desde la nostalgia de su tierra perdida.  Pero, así mismo, se marcó con creces en el pueblo mexicano la falsa idea de que su madre patria estaba en la península ibérica, cuando la verdadera madre patria (de las culturas originarias de Mesoamérica) había sido vejada por los invasores del siglo XVI, que apenas se habían quitado el yugo musulmán después de casi 8 siglos (711-1492).Por otra parte, se consolidó la evangelización de la religión católica con su dios, sus santos y vírgenes que impusieron estas películas. Enseñaron a la gente del pueblo a tenerle respeto a la iglesia como institución y a los sacerdotes como mensajeros de esta llamándoles "padrecitos". Así se concretó la verdadera evangelización y colonización que inició con el derrocamiento del México Tenochtitlan hace 500 años (1521/25).

 

Al mismo tiempo, esta filmografía suaviza el periodo salvaje y brutal de la Europa colonizadora, construyendo como bárbaros, desde su narrativa, a los grandes imperios de nuestro continente como lo fueron los Incas, Mayas o Aztecas, por nombrar algunos.

 

Durante estos años del cine, se generó la imagen del pobre y del "indio" como algo denigrante y lejos de lo que "la gente de bien" quisiera ser. Se despreció totalmente a todos los grupos originarios y se tergiversaron sus culturas. Ni actores ni actrices eran de este México agredido, todos los papeles eran protagonizados por criollos, exiliados o españoles que vinieron a buscar fortuna o herederos de estos nacidos en otros países del continente. El cine nacional era creado, en su mayoría, sin mexicanos en las actividades o papeles principales y con falsos nacionalismos.

 

Así mismo, en estas películas, los sectores populares navegan entre la abnegación y la criminalización. En sí, le dieron forma al desprecio por las clases bajas, campesinas y trabajadoras.

 

Después del triunfo de la Revolución Mexicana, por medio de este cine se ahondó en la desigualdad entre las clases sociales y se moldeó la visión del bien y del mal en la vida cotidiana, según los grupos conservadores que amasaban el poder en esas décadas de expansión cinematográfica.

 

Igualmente, el patriarcado es de los puntos que más se fomentan en este periodo del cine, en el que la mujer es solo un objeto de pasión, deseo y maternidad, sobre todo maternidad abnegada. La mujer que salía de estos roles era señalada de la forma más negativa y denigrante. Le quitaba toda la fuerza intelectual, física y social que había ganado desde las décadas pre revolucionarias y durante la gesta de esta lucha que dejó en los primeros años 1 millón de muertos entre hombres y mujeres. Y, ni qué decir de la diversidad sexual que es casi nula o expresada de  manera burlesca.

 

Aunque hay distintos estudios del cine de esta época, que sin duda fue muy importante y tuvo presencia mundial, hace falta profundizar en los aspectos negativos, más que en los positivos, y analizar la construcción de valores adversos que marcaron a la sociedad mexicana y que tanto nos cuesta deconstruir hasta el día de hoy. 

 

 

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Manuel Cuautle (México, 1971). Poeta, escritor y promotor cultural. Director del Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México.