Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo

Por Valeria Sandi

Agosto, 2021

 

Y queda en la memoria

 Este momento puede ser el más importante

 En la memoria se queda

 El mejor recuerdo

 

 

 

C H A N C H O, la obra de teatro de Ariel Muñoz se transforma en acción continúa para la memoria, en lavarse las manos, una y otra vez, para sentir la máquina caliente como el cobijo de la esperanza. Observamos un hospital marcado por las baldosas de la niñez, el vínculo de la limpieza con su madre y el sabor de la comida por su tía. 

 

De manera panorámica, los mandiles blancos, en sus formas crean nuevos volúmenes para la memoria.  

 

Avanzamos y el tiempo en Eduardito, arma un rompecabezas en sus días. Él busca la mirada correcta, la sonrisa para cada flash siempre con amor, sucesión de fotografías, agitando recuerdos desde sus 6 años. Un chancho de cerámica, es el espejo de las muecas de su dolor, compañero a quien su mamá deposita moneda a moneda, el futuro. 

 

 

“El tiempo lo cura todo” eco permanente en la propuesta, tensión en los minutos que transcurren. 

 

¿Qué son los años cuando el martillo apunta la misma herida¬?

 

El silencio va creciendo dentro de C H A N C H O, un espacio de contención que esconde la palabra, mientras la ausencia del padre retumba en los pasillos y corredores que no se dice. 

 

No me vas a decepcionar repite su madre al Eduardo de 17 años quien soñaba con un departamento que se convirtió en sueño trunco. De luto sus pasos, sin ella, camina y las monedas de su trabajo van llenando el estómago del chancho, peso a peso. 

 

 

El vuelo tiene una carga emocional en la que los recuerdos se transportan con la voz de su mamá que repite: si tu padre te hubiera conocido, habría luchado para que no se lo llevaran.

 

Un padre nuestro se traga el silencio de la sotana por un amor prohibido. 

 

¿Ahorrar? Los minutos son la inversión de la memoria en la que todos perdemos. La memoria ya no bota agua caliente. Un chanchito se revienta en las manos de un Eduardo de 35, que ha gritado a través de los años en un aeropuerto en el que sabe que las cartas nunca llegan a su destinatario.