Sobre la obra "De fantasma y suicidios" de César Hidalgo Vera

Por Carolina Cárdenas Jiménez

Diciembre, 2021

 

 

En la primera parte de la obra De fantasmas y suicidios, la casa se presenta como fantasmagoría y lugar de encuentro con los silencios y soledades del poeta; territorio donde se revelan las memorias del pasado, el presente y lo que está por suceder; espacio de derrotas y el no tiempo donde el acontecer ocurre, pero se detiene. En la casa hay todo un universo donde sucede en el tiempo un diálogo permanente con los objetos y los fantasmas de estos. 

 

El hablante lirico tiene una comunicación permanente con las sombras antiguas del lugar, por ejemplo los crujidos de los pisos de madera, las alfombras viejas, el polvo que se ha acumulado a través de los días y en los pensamientos de la voz poética. El polvo es poetizado a través de la obra como el aliento de las casas y como forma de existencia de las cosas que en su inamovilidad se mueven hacia una línea del tiempo donde los objetos permanecen en una quietud que no es quietud, aunque lo parezca. Se revela en ese polvo la sabiduría de lo viejo y el tiempo; el misterio de lo que aparenta no poseer ningún valor, pero que en ese pequeño espacio que ocupa en el mundo iguala al misterio de la vida y al universo porque cada objeto por más insignificante que parezca contiene la respuesta de las preguntas más trascendentales: ¿por qué la muerte nos habita? ¿Por qué somos sombra y una cosa inexistente? ¿Por qué hasta en lo más insignificante hay misterio? ¿Cómo se revela el tiempo en las cosas? ¿Paralelo a ser vida somos también fantasmas? ¿En qué momento y por qué empezamos a ser fantasmas y parte de un mundo fantasmagórico? 

 

En la segunda parte de la obra, se trata el tema de la muerte. La muerte parece ser uno de los grandes acontecimientos de la existencia para el poeta. Nos habla de la muerte de alguien que decide suicidarse. La llegada de la muerte en un momento fundamental del artista. La muerte de un amigo nos recuerda lo vulnerable que somos. El final de los días se refleja en una catástrofe natural de la cual es imposible escapar. La caída como depresión o ansiedad en la humanidad es otra forma de morir. La desaparición de vida a través de la casa. La historia de las guerras es otra revelación de la muerte como grito. El último poema cierra con el signo de la muerte en el cuerpo, la muerte se manifiesta en lo sagrado. La caída se expresa en todos los instantes de la vida, no hay escapatoria con su encuentro.

Como conclusión la obra De fantasmas y suicidios de César Hidalgo revela la casa como lugar habitado por fantasmas; lo antiguo lo conecta con la muerte; la muerte como el fin de la existencia. La existencia es atravesada por lo fantasmagórico, parece ser que para el autor es imposible pensarse los días sin esa fuerza mística y mágica que cruza la vida del ser humano.