Carnaval de Puente Aranda
"Hito de identidad y movimiento comunitario"
Por Édgar Rodríguez Cruz
Agosto, 2025
El Carnaval de Puente Aranda se ha consolidado, a lo largo de casi tres décadas, como uno de los procesos culturales comunitarios más significativos de Bogotá. Sus orígenes se remontan a 1996, cuando, como parte del proyecto “Oportunidad a jóvenes y talleres de liderazgo”, se propuso un espacio de encuentro que trascendiera lo festivo y se convirtiera en un escenario de construcción ciudadana. Aquella primera edición permitió que gestores y actores culturales de la localidad se reconocieran en un proyecto conjunto, una iniciativa que trascendía la diversión para abrir caminos hacia la organización comunitaria y la proyección cultural en la localidad.
Tres años más tarde, en 1999, la fiesta tomó un nuevo impulso con el proyecto “Barrio en el Umbral”, promovido por el entonces Departamento Administrativo de Acción Comunal (DACC) y el Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT). Desde entonces, el Carnaval empezó a proyectarse como un proceso de creación colectiva que articula expresiones artísticas, acción comunitaria y memoria barrial.
Con cierta intermitencia, el Carnaval se continuó realizado y explorando, a manera de laboratorio, sociocultural, diferentes posibilidades organizativas, artísticas y culturales, pero conservando como rasgo identitario la interculturalidad, la intergeneracionalidad y mecanismos de labor en red. Este espíritu le ha posibilitado que muchas personas de la comunidad en algún momento hayan participado del Carnaval.
Es importante mencionar que en este trasegar, el Carnaval logra abrirse un espacio propio llegando a ser parte del Sistema Local de Cultura como uno de los proyectos bandera de la localidad siendo incluido en el presupuesto de la localidad. Esta situación favorable le dio la estabilidad del respaldo institucional, pero significándole a la postre un división a raíz de la separación de las comparsas y su vinculación al cumpleaños de la localidad. El Carnaval tuvo su ultima versión en 2016, mientras las comparsas hasta el 2019, cuando la pandemia obligó la cancelación de eventos públicos.
Definitivamente, el Carnaval es un componente identitario fundamental del patrimonio inmaterial de la localidad, por lo que hoy, revivirlo 9 años después es recuperarle a la comunidad una herencia de enormísimo valor histórico, pues, lejos de ser una actividad únicamente recreativa, el Carnaval es una plataforma de formación, inclusión y sostenibilidad, donde la comunidad puentearandina se apropia del espacio público para celebrar la diversidad cultural de la localidad.
Así, después de este trasegar, el 7 de septiembre de 2025, el Carnaval de Puente Aranda llega a su XVI versión, amparada en esta ocasión por la estrategia Barrios Vivos de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, contando con la participación de diversos sectores sociales y culturales, reafirmando su importancia como motor de transformación y fortalecimiento del tejido social en la localidad.
Un carnaval con propósito
La edición de este año se estructura en torno a cuatro comisiones: circulación (comparsas, músicos, bailarines y circo y graffiti), formación (talleres de maquillaje artístico, escenografía, memoria del carnaval, literatura carnavalito), emprendimientos y sostenibilidad (producción local), y comunicaciones (realizadores y comunicadores comunitarios). Cada una de ellas representa un eje esencial en la dinámica del Carnaval, no solo como expresión cultural, sino como proceso pedagógico y de movilización comunitaria.
Los espacios de formación son fundamentales: talleres de artes escénicas enfocados en la cultura festiva, maquillaje artístico, literatura con énfasis en la franja infantil y encuentros de sensibilización sobre la población con discapacidad. Estas actividades, proyectadas desde los meses previos al carnaval, no son simples preparativos, sino acciones que garantizan la inclusión, la participación activa de distintos sectores de la comunidad y la generación de conciencia frente a problemáticas sociales y ambientales.
Uno de los puntos más innovadores de esta versión es el desfile de moda ecosostenible, que incluye prendas intervenidas (customizadas) y diseñadas a partir de materiales reciclados. Con ello, se busca sensibilizar al público frente al consumo desmedido de ropa, la cultura de la moda rápida y su impacto negativo sobre el planeta. En un contexto global marcado por la crisis climática, el Carnaval se convierte así en un espacio para repensar los hábitos de consumo y demostrar que la creatividad puede transformar incluso lo cotidiano en una acción de resistencia ambiental.
El 7 de septiembre: un día de fiesta y memoria colectiva
El punto culminante será el domingo 7 de septiembre, día en que la localidad se llenará de color, música y creatividad. La apertura estará a cargo de cinco comparsas, integradas por cerca de 100 artistas de cultura festiva, quienes recorrerán el trayecto que va desde el parque Agua Viva hasta el parque Ciudad Montes. El desfile no solo será un despliegue estético, sino también un ejercicio de memoria: cada paso y cada ritmo recordarán que este Carnaval es fruto del trabajo de generaciones de gestores culturales que han tejido comunidad desde el arte.
En el parque Ciudad Montes, la fiesta continuará con un variado repertorio artístico. Se presentarán agrupaciones de diferentes géneros musicales, muestras de danza y un espectáculo de circo que promete sorprender a grandes y pequeños. Además, se llevará a cabo una feria de emprendimiento, un espacio vital para que pequeños productores, artistas y colectivos locales den a conocer sus propuestas y fortalezcan sus procesos económicos y culturales.
Otro de los atractivos será la intervención de artistas grafiteros, quienes, con la temática del Carnaval, plasmarán su arte en murales que quedarán como legado visual de esta edición. Estas intervenciones urbanas son testimonio de cómo el Carnaval no se limita a un solo día, sino que deja huellas permanentes en el territorio, transformando el espacio público en un lienzo colectivo.
Inclusión y sostenibilidad: los sellos del Carnaval
La inclusión es otro de los valores centrales de este evento. El desfile, las presentaciones artísticas y los emprendimientos contará con la participación de personas con discapacidad, además de un taller de formación para la inclusión integral de personas con discapacidad para fortalecer la empatía y la solidaridad comunitaria. Aquí es importante mencionar que gracias al apoyo y liderazgo de la Fundación Marte, el Carnaval de Puente Aranda no solo celebra la diversidad cultural, sino también la diversidad humana y la inclusión, resaltando que cada habitante de la localidad tiene un lugar y un papel dentro de la fiesta.
Por su parte, la apuesta por la sostenibilidad, evidente en el desfile de moda y en el énfasis en materiales reciclados, aporta una mirada crítica frente a los hábitos de consumo que afectan directamente al medio ambiente. La moda rápida, uno de los sectores más contaminantes del planeta, encuentra en el Carnaval un contrapeso creativo: prendas intervenidas que cuentan historias, ropa transformada en arte y un mensaje claro de que es posible construir belleza sin destruir la naturaleza.
Un legado en construcción
El Carnaval de Puente Aranda no es un evento aislado, sino un proceso que se reinventa con cada versión, nutriéndose de la memoria de sus primeras ediciones y del dinamismo de las nuevas generaciones. Cada comparsa, cada taller, cada mural y cada feria de emprendimiento son piezas de un mosaico colectivo que fortalece la identidad de la localidad y su proyección dentro de la ciudad.
Recogiendo las nuevas experiencias de construcción del tejido social y compromiso con la naturaleza, la temática ambiental aparece como un elemento cohesionador del sentido comunitario, haciéndose presente en el concepto gráfico, talleres costumización, y por supuesto, con una comparsa de "Agricultura Urbana, Aula Viva y Huerta Comunitaria" organizada por la Mesa de Agroecología y varias Huertas Urbanas de Puente Aranda resaltando la importancia del ambiente en la nueva identidad puentearandina.
La XVI versión del Carnaval en este 2025, más que una celebración, es un recordatorio de que la cultura, cuando se entrelaza con la comunidad, se convierte en herramienta de transformación, en vehículo de reflexión y en motor de cambio. Puente Aranda demuestra que un Carnaval puede ser mucho más que música y disfraces: puede ser también un escenario de formación ciudadana, inclusión social y compromiso con la sostenibilidad.
El próximo 7 de septiembre, cuando las comparsas inunden las calles y los tambores marquen el ritmo de la fiesta, la localidad celebrará no solo un Carnaval, sino también un hito de identidad y movimiento comunitario, que transforma la ciudad desde el corazón de Bogotá.
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