La narrativa de Carlos Gómez es innovadora. Nos recuerda que las palabras subvierten a través de las sensaciones. Su apuesta de irreverencia gramatical le imprime tal velocidad y dota de vértigo las ideas, que logra adentrar al lector en el universo atmosférico de los personajes. 

Como Pedro Lemebel, Reinaldo Arenas, o Fernando Molano, devela parajes íntimos de lo Queer. Lo poco usual, lo que la sociedad evita mostrar y lo que el corazón y la piel quieren contar, están dentro de las virtudes de la obra de Carlos Gómez, que hoy en día se anuncia como una de las más innovadoras de estos tiempos en Colombia. Acá un cuento de su autoría vibrante, intenso y conmovedor.

Esteban Hincapié Barrera, 2024

Dormía éramos en el sueño como en años atrás  

 

Por Carlos Gómez

octubre, 2024

 

Se acercaba la madrugada, era más de lo que podía presentir la montaña. Esa misma que hace trece años era mi refugio. Una casa hecha con el ánimo de dormir tranquilo. Allí fue elegido un ruido galopando en caballos sin frenos a puro pelo. Los mismos que montábamos con Rodrigo Estupiñán y Jaime en la bocana esa vereda donde se despidió mi infancia. La húmeda del desborde de río Ariare que era más vecino de la casa de esa finca del colono Juan Estupiñán. 

El mismo. El tío de tierras y ganado. Sí sentí esa misma emoción solo que en el sueño. Los caballos venían desde los vientos de San Bartolomé. La montaña de mi madurez. Los jinetes. Éramos el más prestado amante. Yankarlo mi amante de menos de una década. El mismo con el que despedí. El más completó suceso de sexo y besos. El mismo que en sueño le decía que fuera un poco más allá de los cinco años que nos unía pero en el sueño. Yankarlo respondía que el camino era descender del caballo. Huir sin enfrentar ni al viento y mucho menos hablarme. 

Lo comprendía desde el momento que el sueño se unió a la realidad. Ya era tiempo. Se lo escribí en 2017. Si. Desperté. La algarabía de las aves me puso en una mirada al pasado. Inmediatamente abrí las cortinas. Miraba hacia las montañas. La algarabía de las aves eran más que un aleteo en las ventas. Los toches amigos de la montaña de esta casa picureaban para avisar que estaban allí. Era una forma de hacerse sentir en sus espacios. Me bañé con el sueño en mi cabeza. Era un recuerdo basado en mi pasión por ese joven de mirada tenue de manos morenas de palmas blancas como un camino de arena acercándose al río. Así como cuando el esplendor del sol nos indica el vapor el olor a campo a ese sendero dónde seguro seremos nobles íntimos y descalzos antes de entrar al río. Nos uniremos acostados en sus palmas blancas y haremos todo lo posible para sostener el aliento. Así el sueño me puso en un despertar sin más que mi rutina con mis pasiones y recuerdos. Tenía que bajar de la montaña eso sí no sin antes darle una leída a algún texto y escribir un verso de los mismos que recorren mi torrente sanguíneo y me hacen sentir que estoy vivo. 

Bajar de la montaña pensando en mi trabajo. Esa pasión por el olor a laca. El espejo. Las tendencias con la pasión de ser peluquero. Mi oficio que me pone al frente de mujeres de poder. Esas mismas hermosuras que como todos mis clientes hombres de estilos propios me permiten vivir en mis sueños. 

Superando las necesidades de una niñez de necesidades, pero de extrema pobreza. Llegando a mirar en la sociedad más que mi pasión por mi trabajo. Lo veía como un doctorado en humanidades al frente de un espejo arte que la vida me puso en las manos para demostrarme que sí es posible sacarle lo mejor a una posibilidad. 

Bajar de la montaña darle encendido a un clásico Peugeot modelo 80. Los mismos que cruzando los tiempos en 2022. Las gentes les dicen viejos pero para mí es un detener el tiempo estacionarme en la vida con la alegría de vivir sin más de lo que sea útil pero como orgullo de obtenerlo sin el miedo a que se diga es un asunto raro. Raro que por lo regular es una pérdida de la vergüenza y un acomodó en la sociedad que busca el ruido de lo pleno de lo moderno del filtro de lo más fino de la tendencia de mostrar poder. Si con mi auto entraba al trabajo a un casa club. Esos clubes del golf donde las personas miden sus importancias por la cantidad de carros y lo moderno de sus casas si se muestra la fortuna el asunto se hace más de admiración.  

Allí sin miedo. Con mis clientes y una sospecha tenía que estar. Intimó para no perderme entre nunca te sentaras a mi mesa te aprecio pero mis creencias no me permiten presentarme contigo como amigo ni mucho menos como amante quiero que eso te quede claro , fueron las palabras de un chico de una familia del Opus Dei. No lo entendía puesto lo único además de cortarle bien el cabello era un combate de esgrima en su sótano donde me invitaba a que tuviéramos un combate de esgrima asunto del deporte que había aprendido en El Salitre pero que para cumplir con este joven amante de clase alta que sin más que expresar: mami Carlos es esgrimista y vamos hacer un rato esgrima y la señora que no podía creer esta práctica mía con desconfianza decía pero dónde pudiste practicar Carlos yo respondía señora clemencia en El Salitre lo cual la ponía a pensar que su hijo Daniel practicara esgrima florete con un peluquero  

Pero seguro le costó trabajo. Pasaron unos pocos meses y el asunto era menos. Éste joven sabía que su juventud y destreza no era un motivo para como decimos los bogotanos: achantar a este peluquero. Daniel tenía una vida de mundo yo no sentía más que una atracción propia del momento  

Pero sabía llevar a este chico en el combate era ágil joven y me emocionaba que existieran comentarios positivos de mi pasión por algo del pasado. Que lo hice por el asunto de que en la liga de baloncesto de Bogotá nunca me recibieron donde pasando por la liga de esgrima había un letrero: vacantes para esgrima como era gratis y podía estar con mis amigos y amigas de la liga esto me permitió estar cerca de Andrés y los demas cómplices así que ya sobre los 46 años tener un combate con un chico de alta sociedad en esa Casa Club me hacía sentir orgulloso mas que nos volvimos amantes de juego baño y momentos no era más un combate una excusa y sexo en las rocas con hielo y con prisa.

Así nunca cuando yo quería el joven rico Daniel con novia y mas que hacer solo me buscaba en momentos yo lo tomaba no como un compromiso solo por la ocasión  disfrutarlo era mi posición así era mi rutina  

Bajar de la montaña pero para bien mío la compañía de Yankarlo si era lo mío 2017 y luego 2021. Daniel comenzó su mayoría de edad y en su libertad de chico universitario el consumo lo llevo a ser agresivo complicando su vida se ponía furioso creía que yo era un juguete me llamaba a un combate y ya estaba hundido en una cocaína rosada esa misma que consumen los chicos ricos el tusi me producía miedo pero él estaba en su lío yo no más combates no más baño de sexo y muy metido en mi trabajo con nada de deseo ni líos. No quería darle consejos estaba en él. Además nos unía un combate de florete y sexo como era la seña a las rocas y rápido.  

Así trascurrido este tiempo me dijo tu eres un empleaducho pobretón ya no me gusta como me cortas el pelo y te puedo hacer echar cuando quiera además si te digo que quiero sexo o lo haces o te hago echar y si lo hacemos es cuando yo quiera te busco por que mis papas escogieron esta mierda tan lejos y me dan ganas. Yo no tengo ganas no hay sexo y es mejor que cuando te llamé respondas por que si no te hago echar. Lo miré. Daniel no pasa nada yo me voy para Cartagena y tú estás consumiendo y yo se que esto es una cárcel para ti pero ya no vas tener que hacerme echar  

Alisté mis cosas las lleve a mi carro. No sabía yo mayor un joven de una familia religiosa y claro yo culpable pero en ese asunto el erotismo de la complejidad era de los dos. Solo que él creía ser ganador por ser menor y tener dinero.

Salí desde donde quedaba la social tomo algo en sus manos una caja de maquillaje se acercó y me dijo donde esta el florete que te presté yo lo miré. Daniel está en tu salón de prácticas mentiras me dijo eres un marica ladrón vamos o llamó a seguridad. Yo estaba ahí con un chico de 22 años preso en esa casa club distante de Bogotá. Yo un amante de momentos con una vida paralela en la esgrima el doble de edad con sueños y amores pero qué podía decirle quería salir ,le dije Entonces dime cuanto vale y yo te pago pero no me hagas esto déjame ir. Se fue hacia atrás lárgate hijueputa. Yo quiero que vengas al baño. Ven ven. Fuimos. Esas zonas sociales de entre semanas son solas. Hacerle era penoso para mi pero creía que hacerle caso era lo mejor subimos a una terraza al Billar le pidió un whisky.

Me dijo tomate algo el mesero le dijo Carlos no puede sentarse acá joven Daniel le dijo sírvale él es ahora un invitado no tiene uniforme y yo le ordeno. El mesero sirvió los wiskys.

Se desapareció y Daniel me se fue al baño al llegar tenía la nariz roja el cuello una marca de sangre y me dijo de modo que te vas listo. Tomamos unos tragos  

 

Me dieron fuerza me dije esto es de solucionar quería salir sin la pena de un escándalo me dijo que vamos al baño yo no le dije que su nariz estaba roja y solo le dije limpia tu nariz si sentía un juicio propio entramos al baño nadie estaba en él. Le había dado un puño al espejo lo hicimos sexo de baño fue delirante sabía que sería lo último para salir sin líos pero me miró y me yo me corte por tengo rabia nadie entiende ni mierda lo que tengo Tatiana me echó me tienen vigilado largate pero antes dale un puño al espejo quiero ver que sangres o no te dejo ir. El miedo pero el acto anterior ya me había quedado su sangre era lo justo él me dijo ponte al frente como si fuéramos hacer un combate de florete con el puño fuerte rompimos el otro espejo me hice una herida en medio de los dedos nos besamos quedamos marcados de sangre me dijo ahora sí vete. Si había miedo la sangre nos une en esta vida de desilusiones. Tome papel el salió por las escaleras del bar yo por el jardín para llegar a mi auto Salí sin lagrimas sentí que el whisky y el sexo siempre esperado fue un combate donde se unió las ganas de atrapar los deseos derrotar el miedo y hacer sexo sin líos pero cumpliendo como se vea con ser amante.




 

 

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