“El río Bogotá es una metáfora entre la vida y la muerte” Nicolás Ramos

Por Andrés Borrero Parra

Junio, 2024

 

 

Desde el 2019 existe Río Silente un proyecto que busca desde las artes plásticas, visuales y la memoria recoger historias alrededor del río Bogotá y que así reconozcamos parte de nuestra identidad y patrimonio en la ciudad. Éste proyecto es dirigido por Nicolás Ramos quien conversó con nosotros.

 

 

¿Qué es Río Silente?

 

Río Silente es un proceso que toma lugar en el año 2019 con el desarrollo de un proyecto de grado en artes plásticas y visuales en el que se piensa relacionar la creación artística con el concepto de memoria y la posibilidad de vincular al río Bogotá. Se va materializando hasta llegar a un proceso de creación en el 2019, donde el río Bogotá es protagonista.

 

Río silente, toma el nombre porque hay un aspecto que es fundamental y es estar relacionado con la memoria, con el cuerpo de agua, el río Bogotá así como otros cuerpos de agua, nos involucran de una manera corporal en la que hay una noción de relación sensorial. El río tiene un olor, el río tiene un sonido, el río tiene un sabor. 

 

La idea de Río Silente es señalar y evocar la presencia del río Bogotá cuando cuando nace en el Páramo de Guacheneque, en Villa Pinzón, cuando se abre camino empieza a serpentear por la sabana y cuando llega a Bogotá, en todo ese camino, el río se va silenciando. Su cauce no suena, sus aguas no suenan. El desarrollo urbano, el desarrollo de la industria, procesos de gentrificación y demás han hecho que el río se silencie. 

 

¿Cuál ha sido el interés?

 

Acá entran varias cosas en relación, por un lado, es la historia personal de vida, en la que en la infancia, adolescencia, juventud, la ronda del río Bogotá, específicamente a la altura de Zona Franca en Fontibón era el lugar de juego, en su momento no existían las construcciones que se encuentran al día de hoy. Hay muchos conjuntos que no existían, se encontraban extensiones de pastizales, muchísimos árboles, digamos todo este espacio al que habitualmente se le llaman potreros.

 

 El uso del suelo estaba más relacionado con un tema de ganadería y había unas cosas ahí que de alguna u otra manera hacían que Fontibón tuviese como un aire de ruralidad. 

 

Se van tomando desde el 2019, como estas memorias y experiencias en torno al juego, a la ronda del río Bogotá, como algo que va detonando un interés de investigación-relación. 

 

Han habido procesos donde ha estado el interés sobre la memoria histórica de Fontibón, pero específicamente el río Bogotá cobra relevancia porque se vuelve como un nodo transversal que marca un punto de partida que conecta mi vida con la vida de muchas otras personas que de manera intergeneracional en espacios digamos que se ha podido dialogar y se ha conocido el río a través de la palabra de las personas, de sus experiencias, de sus memorias en tiempos, o sea, en momentos completamente distintos.

 

¿Cómo se relaciona lo artístico con la memoria en este proyecto?

 

Yo vengo del campo de formación, vengo del campo de las artes plásticas y visuales y allí si uno entra a revisar, hay muchísimas propuestas que han abordado el concepto de memoria desde distintos lugares. Hay algo que se llama lugar de enunciación, se trabaja mucho en las artes y existen una multiplicidad de lugares de enunciación desde los cuales se aborda la memoria. Mayoritariamente la relación arte y memoria en Colombia ha estado relacionada al conflicto armado, de allí que podamos ver obras, por ejemplo, de Juan Manuel Echavarría, donde también aparecen cuerpos de agua, por ejemplo, y aparecen zonas rurales de conflicto.

 

El arte se ha vuelto un bien material patrimonial que narra, relata la historia de la humanidad, da identidad a los lugares, como colombianos tenemos obviamente nuestros museos tenemos nuestros lugares institucionalizados que son los que tienen como esa hegemonía del poder contar la historia o la historia nacional y demás. La memoria aparece como un elemento que es relevante y se encuentra alterno a la historia y donde se reconoce, depende de la manera en la que se aborde, la memoria reconoce también las experiencias y relatos de vida de individuos que muchas veces no han tenido esos lugares para poder contar qué ha sido de sus vidas, cómo han vivido, dónde han vivido y demás.

 

¿Qué importancia tiene este proyecto en la localidad de Fontibón?

 

Es relevante en Fontibón y no en otros lugares, porque pues digamos que como mencioné ahorita en algún momento, hay una historia de vida que me ha vinculado con el río Bogotá desde experiencias de juego en la infancia y adolescencia, viviendo, creciendo en Zona Franca, era el lugar de juego donde iba con amigos y demás y desde que tengo memoria de acordarme de un río Bogotá desde el año 2000 más o menos, si no me equivoco, y tengo muy presente a nivel visual, a nivel olfativo y a nivel sonoro, cuáles han sido las modificaciones y las transformaciones que él ha tenido con el paso del tiempo. 

 

¿Cómo ha sido la recepción de la gente frente a ese proyecto?

 

De lo que he podido trabajar he contado con la oportunidad de conocer algunas personas que en sus memorias y recuerdos de infancia o adolescencia hablan del estado de Fontibón, digamos desde los años 50, 60, 70, 80, 90, donde hay relatos que describen de manera muy generosa como era Fontibón y entre esas descripciones ha aparecido por allí el río Bogotá. 

 

Un río Bogotá en el que las personas eran bañistas, las personas nadaban en el río Bogotá, y hacia la altura de Fontibón nadaban, se pescaba en el río Bogotá, se hacían paseos de olla en el río Bogotá, cerca del río Bogotá se encontraban haciendas, se encontraban lugares donde se cultivaban tubérculos, se cultivaba cebada, se cultivaban otros alimentos. También se encontraban conejos. Las personas cazaban conejos.

 

El río Bogotá siempre como cualquier cuerpo de agua, representa la vida,  la relación del alimento, de cierta abundancia y cierto bienestar. Su contaminación, su deterioro, su degrado, su abandono, pues obviamente refleja una relación de indiferencia.

 

¿Cómo define el río? ¿Qué es el río para usted? ¿Qué significa?

 

El río Bogotá es una metáfora entre la vida y la muerte. Cuando uno mira la historia del río Bogotá, uno se da cuenta que como cualquier ser vivo y ante el paso del tiempo hay una condición de nacimiento y hay una condición de desceso o de muerte, pero en la cual entran muchos factores a intervenir y donde los seres humanos, de alguna otra manera, hemos influido en dicha relación.

 

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