Amanecerá, limpiaremos y recogeremos los destrozos

Por Andrés Borrero Parra

SubLiteratura

diciembre, 2019

Este Paro ha significado marcha, juegos pirotécnicos, cacerolazos, fiesta, fuerza, tropel, lucha, correr de la brutalidad policial. Este Paro ha sido ver a Dilan asesinado en la cuarta por el disparo de un policía. El paro es levantar la voz por él y todos los muertos a manos de la guerra, el paro es ver a las niñas y niños marchando, el Paro es arengar al lado de un desconocido, el paro es habitar la localidad con una cacerola, el paro significa cuidarnos los unos a los otros, el paro es pensar en el futuro desde ahora, el paro es el inicio de un cambio. Este Paro aún inicia.

En un principio los motivos para salir a las calles surgieron de la confluencia de peticiones entre sindicatos y movimientos sociales, ambos cansados de promesas incumplidas y soluciones a punta de remiendos; los estudiantes reclaman el incumplimiento de lo que se acordó en el año 2018 con 32 universidades sobre el aumento del presupuesto a 1.2 billones de pesos en los próximos cuatro años. A la fecha este dinero aún no ha llegado.

La Federación Colombiana de Educadores-Fecode, exige garantías para ejercer la profesión de docencia en el país con mejoras presupuestales, laborales, de salud y seguridad, indican que 17 maestros están bajo amenaza por grupos ilegales, 20 en el departamento del Caquetá y 25 en La Guajira.

Otro de los temas álgidos es en materia de lo laboral y pensional, la Central Unitaria de Trabajadores-CUT, dice que el 44% de los trabajadores ganan salarios que están por debajo del salario mínimo legal, es decir, debajo de los 828.116 pesos. Asimismo, los contratos por prestación de servicios conducen a la eliminación de organización sindical, para defender a los trabajadores.

Sobre las pensiones en Colombia las cifras son alarmantes, más de 8.5 millones de personas cotizan mensualmente, pero sólo 3 millones logran adquirirla, muy por debajo de lo que han ahorrado. Pero el tema se hace aún más álgido con las salidas que propone el Gobierno Nacional, primero una Ley de Financiamiento que hace parte de un paquete neoliberal que claramente no ayuda al bolsillo de los colombianos, ésta establece el gravamen de casi toda la canasta familiar en un 18 por ciento por dos años y luego fijarla en un 17 por ciento a partir del 2021 y para combatir el desempleo en los jóvenes la propuesta diáfana para el gobierno, pero fuera de toda lógica es que a nuestros jóvenes se les pague menos del salario mínimo, más exactamente un 75 por ciento de esta cifra.

Otro de los temas es la vida, las cifras son desalentadoras, el Instituto para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), indica que desde la firma del Acuerdo de Paz han sido asesinados 777 líderes sociales y 137 excombatientes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP), en 2019, 155 líderes han sido masacrados por grupos ilegales. 

No podemos olvidar el bombardeo autorizado por el gobierno en Caquetá, en el que murieron 18 menores y también un punto álgido que es el desmonte del ESMAD, una fuerza brutal asesina y que por más que se dice que reciben cursos sobre Derechos Humanos no los aplican, ni los tienen en cuenta a la hora de actuar.

Estos son algunos motivos que vale la pena recordar del por qué se moviliza la gente, otros tantos se pueden sumar a esta lista; no por nada 16 días después, desde el 21 de Noviembre la gente no descansa de la marcha y el gobierno de Iván Duque tiene el 70% de la desaprobación de los colombianos según la encuesta realizada por Invamer, obteniendo porcentajes nefastos en temas que él  se comprometió a solucionar siendo presidente y que hoy la ciudadanía percibe negativamente, inseguridad (88%), aumento de la Corrupción (84%), aumento de la pobreza (72%), Desempleo (89%).

El Paro y la protesta se han hecho necesarios juntando todas las formas y sectores, los maestros con sus clases a la calle explicando estos temas, los estudiantes con su digna rebeldía, sectores agropecuarios, los movimientos sociales que no descansan y la Guardia indígena con su “Fuerza, Fuerza”.

Desde antes de iniciar la movilización el gobierno la desprestigió, buscó amedrentarla y condenar a los que hacen parte de ella, no por nada allanaron distintos colectivos  artísticos y medios de comunicación como “Cartel Urbano”, La Fundación Para La Libertad de Prensa-FLIP anunció sobre estas medidas iniciales que "Todas estas agresiones, crean un ambiente de miedo y censura entre los medios de comunicación y colectivos que hacen uso de su libertad de expresión para informar u opinar sobre asuntos de interés público", al otro día el paro fue rabia y la gente en las localidades, en los barrios, en los portales de Transmilenio y en las distintas ciudades colombianas se hizo presente y por un momento pensamos que Colombia iba a arder a manos de la gente del común, no de partidos políticos, ni sindicatos, ni políticos individuales, ni mucho menos complots internacionales sino a manos de doscientos años o setenta o sesenta de abusos y saqueos al ciudadano.

El 22 de Noviembre fue decretado un Toque de queda en la ciudad, que las personas no respetaron, porque cuando un gobierno no respeta a su gente, que con tanto esfuerzo, trabaja y quiere su tierra, no queda otra que la desobediencia civil y salieron después de las 9 de la noche a marchar, protestar, pese a esas estrategias incendiarias y de miedo. Trataron de dividirnos, se saboteó la protesta de muchas formas. El Estado y los gobernantes han logrado el ridículo. 

Hemos salido con más ímpetu a los parques de las localidades con cacerola en mano para no dejar dormir a aquellos que no deberían, aquellos llenos de muerte y responsables de esta crisis. 

En muchos sectores, nuevamente con violencia, trataron de arrebatarnos las cucharas y cacerolas, pero la unión de los colombianos manifestándose evitó esta acción.

Así los días han pasado y las movilizaciones han continuado, todas ellas con gran afluencia de personas por más que la Ministra del interior diga que #NoPudieron, son ellos los que no han podido detener tanta fuerza y tanta seriedad con un movimiento que tiene unas ideas, pero que le falta organizarse aún más contra la insensatez de nuestros dirigentes.

Las marchas en los primeros días fueron violentas, mataron a Dilan Cruz, algunos jóvenes militares brindaron su apoyo al paro por convicción y dignidad y el ejército persiguió esas ideas con el estigma, la desaparición y la muerte (un Estado que en todas sus instituciones persiguen al que piensa diferente). Ante esta violencia se paró para avanzar y la marcha se convirtió en un carnaval, una fiesta para no dejar dormir a los dirigentes, pero pareciera en este medio mes, que tampoco esa es la forma, que  hay quienes piensan que estamos contentos, apaciguados por la celebración y es tan cercano a esto que Duque mientras la gente estaba en la calle aprobó un Holding Financiero decretando la Ley 2111 de 2019 por medio de la cual formalizó la creación del Grupo Bicentenario, el cual busca que 13 empresas, que incluyen al ICETEX, FONDO NACIONAL DEL AHORRO y BANCO AGRARIO, puedan entrar a un mercado de capitales donde se negocian acciones, títulos y una gran inversión financiera, algo así como la bolsa en donde se toman dineros del Estado manejados por este grupo y se ponen a competir, buscando una rentabilidad; eso sí con posibilidades de pérdida.

Se aprueba también la reforma tributaria, con los puntos que inicialmente ha comentado el Gobierno Nacional con anuncios tan irrisorios y sin ninguna explicación técnica como tres días sin IVA o la devolución de este impuesto a personas de estratos uno y dos, pero sin indicar cómo y esto en qué puede alivianar la economía del país realmente.

Por esto la fiesta no debe parar ni por un momento, no hay que dejar de hacerla, ya lo decía Rosa Luxemburgo “si no puedo bailar tu revolución no me interesa” y este también es el baile de los que sobran, como en el resto de Latinoamérica, pero también es necesario que nuestra acción ciudadana, sea más contundente y directa. Ya en la marcha del 4 de Diciembre tuvimos nuestra Primera Línea: personas que se encargan de estar al frente con escudos improvisados, máscaras caseras contra el gas, guantes para devolver los gases… esto nos permite ver que el paro se mantiene y que estamos pensando en un cambio y repensando cada paso que damos en esta marcha.

Aún no sabemos lo que sigue, ni quién podrá seguir, pero lo cierto es que la gente que se enfrenta con fiesta,  cacerolas, palos, música, arte, poesía, vida… contra esos que necesitan de las armas está en lo correcto. 

Francia continúa en un nuevo día de Huelga General a causa de la reforma a las pensiones que afectaría a trabajadores del sector ferroviario y del sistema público de transporte. Arden las calles del primer mundo, pero cuando pase esto limpiaran y recogerán los destrozos. 

En Colombia debemos pensar en seguir esta movilización de todas y todos, alejando por primera vez en nuestra historia la política, debemos pensar en el bienestar que nos han arrebatado con los impuestos que siempre se han robado, ya luego limpiaremos y recogeremos los destrozos.